Modesty never pays. Y como la modestia nunca merece la pena, ahí que me marco yo una de farol total, comparando el entreno del viernes con la ciclogénesis de este fin de semana, ese pedazo de tormenta perfecta que, aquí en Almería, no ha pasado de ser un poniente fuerte de los nuestros. Y debería callarme y no tentar la suerte, que a estas alturas de domingo todavía me queda salir a por el rodaje largo de la semana: no vaya que por ir de bocazas por la vida me encuentre al dios Eolo jodiéndome la marrana a mí y a mis 18 kms. 18 kms que cerrarán un mes un tanto mediocre y muy lluvioso (febrerillo el loco, que dice mi madre) y una semana de buenísimas sensaciones (por fin). Y es que ha sido justo a finales de mes cuando he vuelto a encontrar los ánimos y la chispa que me venían faltando desde hacía tiempo.
Sin duda, meter un quinto día de entrenos esta semana me ha dado mi vidilla. Aunque haya sido a costa de la piscina, que, esta semana, se va a quedar en 1700 metros muy normalitos y muy centrados en el pull. Desde luego, la piscina se merece tomar algún tipo de decisión drástica, ya sea encontrar un entrenador personal o hacer algún tipo de cursillo. Entre la gente de swimsmooth.com y la gente de Total Immersion tengo el corazón partío. Que si alargar la longitud de la brazada y, así, reducir el número de brazadas por largo. Que si aumentar la frecuencia de brazada. Que si el estilo libre más ortodoxo con el recorrido en S de los brazos. Que si ortodoxias las mínimas... En fin, un lío: no sabe uno a quién hacerle caso. A finales de marzo los de TI tienen un taller de dos días en Madrid: he pensado hasta en inscribirme, aunque la verdad que pagar 380 euros del ala, sin tener ninguna garantía de la eficacia y los resultados, pues como que no me termina de convencer.
En cualquier caso, yo lo que quería era darme un poco el e-pisto (toma ya expresión castizo-bloggera) al hilo del entreno del viernes pasado. Eso sí que fue coger el toro por los cuernos: que no nos apetecía fartlek. Que había que meter algo de velocidad esta semana. Que lo mejor era no pensar mucho y dejarse llevar. Pues así, tratando de olvidar las malísimas vibraciones que me están produciendo el trabajo y mis colegas últimamente, así, dejándonos llevar, nos marcamos un rodaje a ritmo en progresión. 12 kms a un promedio de 4'07'' x mil. No está mal: los primeros 6 kms a 4'18''; los últimos 6 kms a 3'56''. Nunca habíamos hecho el recorrido habitual San Miguel-Universidad por debajo de 50': y ahí estuvimos, dando el callo y celebrando la llegada de la tormenta perfecta y la despedida del frío. Y es que (aunque eso es otro tema), en Almería, existe un día en que, de repente, deja de hacer frío en las casas, en los interiores, en la calle; y esa sensación ha llegado esta semana pasada. Pero bueno, tampoco se trata de cargar la entrada esta con más contenidos. Quedémonos en eso: un rodaje de 12 k a 4'07'' da optimismo para las seis semanas que faltan para Málaga.
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