
Anoche se inauguraron oficialmente los entrenos específicos para la Media de Málaga. Después de un día sin ganas de nada, con tanta lluvia y tanto mal tiempo y tanto viento y tanto invierno, es difícil afrontar un entreno exigente. La mejor manera de hacerlo es coger el toro por los cuernos y obligarse: ni viento ni historias -no valen excusas. (Por cierto, cúanto estoy echando de menos estos días la disciplina de las 16 semanas de preparación para Maradonosti: sin fallar un entreno, por duro que fuese, por cansado que estuviera, con ilusión).
Pues ahí que nos plantamos Simón y yo delante de una pirámide de fartlek de esas que te quitan las tonterías. 12 kms a un promedio de 4'34'', con recuperaciones trotonas lentas y con 1'-2'-3'-4'-5'-4'-3'-2'-1' a ritmos tolerables pero garbosos (3'45''-4' al mil o así). El poniente, que nos tocó de vuelta, puso su nota de color y de dificultad en el asunto. Bueno, pues eso: por lo menos está dado el primer paso serio para Málaga. Queda 1 mes y 3 semanas para intentar hacer una buena marca.
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