Parece que todo va volviendo a su cauce. Después del bajonazo del martes, creo que me siento bien del todo. Sin molestias estomacales, sin cansancio, sin sueño, sin (mucha) pereza, sin restos de la lesión SBIT... En fin: un primor de atleta.
Anoche tocaron 12 kms tranquis. Hoy he decidido coger el toro por los cuernos y, presciendiendo de piscina (la dejo para mañana viernes y para el sábado), he metido una sesión más (la quinta) de carrera en la planificación semanal: media horita que acabo de terminar ahora. Y es que durante el programa de Maradonosti, me daban muy buen resultado esas sesiones de 5-6 kms que aumentaban kilometraje sin ningún esfuerzo. Aunque claro, hoy el esfuerzo de hacer 6 kms se ha incrementado más de la cuenta por el poniente (WSW 40 km/h). Ese poniente que tanto me gusta y que pone el mar tan vistoso y que, algún defecto tendría que tener, te hace comer arena cuando corres al lado de la playa. Bueno, el plan para la semana continúa mañana y pasado (12 k cada día, con algo de velocidad que habrá que improvisar) y el domingo con un rodajito largo (¿16k? no quiero aventurar más). Si todo sigue así terminaré esta semana con 58 kms: ya era hora de empezar a tomarse en serio el tema de Málaga. ¿O no?
La piscina es otro tema: he pasado de encontrar el agua reconfortante y relajante a encontrarla un poco estresante. Una vez que he conseguido hacer metros y más metros no noto demasiada mejora técnica (más bien ninguna) y la ausencia de un plan o de alguien que me sepa aconsejar bien me está acabando por frustrar. Tampoco hay que exagerar las cosas: poquito a poquito iremos mejorando. ¿O no?
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