Claramente, lo que más me duele de no haberme atrevido con el oleaje de ayer es precisamente el haber desperdiciado una oportunidad de oro para nadar con mala mar. En la vida me atreveré a salir yo, sin apoyo logístico, a nadar en Almería con un día de temporal de poniente. Por eso ayer era el día para añadir más ladrillos a mi pared de aprendizaje en el triatlón. Y ahora siento como si, en vez de haber puesto ladrillos, hubiera cogido una maza y me hubiera liado a golpes con el murete que tenía ya construido. Nadie dijo que esto fuera a ser fácil, el tan traído y llevado lugar común que poco añade al panorama.
Otra cosa que me molesta especialmente: el triatlón de Fuente Álamo es un triatlón bonito -con un recorrido de bici duro pero, paisajísticamente hablando, perfecto. Hay multitud de pruebas con circuitos semiurbanos a 5 vueltas en que la belleza de la prueba hay que buscarla, como mucho, en las rotondas de las avenidas semidesiertas que toca recorrer. Este triatlón tiene una magia especial y no me extraña que la gente quiera repetir, año tras año, y que en esta edición los dorsales se acabaran en 35 minutos. Así, vivir lo que yo he vivido es como entrar en un restaurante con cinco estrellas Michelin, después de conseguir por fin una reserva de mesa, ver el menú, pedir mil y una delicias y un mejor vino y, justo cuando el camarero te empieza a traer los platos, espetarle: mira, perdona, tráeme la cuenta porque he decidido ayunar hoy... Algo así es lo que me pasó ayer.
Dicho todo esto y para ir cerrando el tema, he decidido, de momento, seguir con esto. Darme más oportunidades, siendo consciente de que me queda mucho por aprender y por consolidar. Debo volver a poner los ladrillos del muro que se han caído y, para ello, tocan dos pruebas: el olímpico de Los Alcázares el 20 de mayo y el sprint de Marbella el siguiente domingo, el 27 de mayo. Se me va a hacer muy raro debutar forzosamente esta temporada con mi debut en distancia olímpica -para ello necesito entrenar mucho el coco y recuperar la confianza perdida. Pero así pintan las cosas, y no veo otra salida -hay quien me ha recomendado venganza en mi próxima prueba -desgraciadamente, tendré que ir con mucha cautela y con mucho respeto. Hoy nos despedimos aquí: no se hable más del tema -Fuente Álamo quedó atrás.
Habrá que seguir adelante |
Vaya hombre...acabo de escribirte un correo preguntando cómo había ido...que pena tío, no seas tan crítico, la mar no estaba para tonterías: mejor salir con rabia para el próximo que acojonao para ninguno más...
ResponderEliminarhombre, Esteban, ya ves qué chasco. qué tal tú???
ResponderEliminarAnimo David, para poder echarse atrás primero hay que llegar hasta ahí!!!!
ResponderEliminarPues has hecho algo muy saludable..... Reconocer que eres una persona con capacidad de decisión y sentido común.... En todo caso ya llegaste mas lejos de lo que yo hubiera hecho....!!! Y si vas a darte mas oportunidades seguro que al final lo consigues... Yo me quedo con la piscina... jejeje
ResponderEliminarpues, Paco y Carles: visto así... y con la perspectiva de los días, al final me voy a alegrar de lo que pasó. después de todo, este blog es sobre las aventuras, venturas y DESVENTURAS de un aprendiz de triatleta. si saliera todo bien, tendría que cambiar el enfoque del blog! un abrazo, os aprecio mucho!
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