El diario de un outsider residente en los arrabales del trimundo

viernes, 6 de mayo de 2011

¿En busca de los drills perfectos o elogio de la carrera?

Menudo título raro me ha salido hoy.  Es que como no sabía si dedicarme a elogiar la carrera o a hablar de mis ejercicios de técnica en la piscina, he optado por hablar de las dos cosas y mencionarlas ambas en el título. Prometo que hoy seré breve porque, además de que tengo que salir a correr (para tener aún más razones para elogiar la carrera a pie), me he dado cuenta de que cada vez que publico algo aquí, me sale un pedazo de ladrillo imponente. Ya hay demasiada gente aburrida en el mundo como para seguir profundizando en esa dirección y haciéndoles la competencia. Así que, abreviando que es gerundio.
En cuanto al elogio de la carrera, el tema se me ocurrió ayer. Merece la pena correr, aficionarse a la carrera, sólo por experimentar el placer de la puesta de sol que hizo ayer. El mar, el sol poniéndose, las buenas sensaciones, la brisilla de poniente. En fin, quienes corréis ya sabéis de qué hablo. Quienes no corréis, no dejéis pasar la ocasión de engancharos a esto. Además de sentiros bien, además de tener tiempo para pensar o para desconectar (según el día), tendréis de vez en cuando el regalo de esos momentos mágicos, de luz, de contrastes, de brisa que hacen que piense que correr sea una de las mejores cosas que me han pasado, que me están pasando. Elogio concluido.

Siguiente tema: en busca de los ejercicios de técnica perfectos, esos que me lleven a tener no una técnica perfecta, pero sí eficiente y cómoda y vistosa. Mucho pido yo, ¿no? Pues en esas estamos: metiendo metros semanales y viendo muy lentamente los frutos. Ejercicios como deslizar, tabla, pies quietos, perro. Harto ya de los mismos y buscando algo que me haga mejorar el rolido, hace unos días encontré este video claro y sobrio, con 5 drills que, sorprendentemente, no tenía en mi repertorio.
Digo sorprendentemente porque parecen efectivos y los debía haber incorporado antes a mis rutinas. Parecían también difíciles; sin embargo, sorpresa de las sorpresas, me he encontrado relativamente cómodo haciendo el punto muerto y el nado con un solo brazo. Hacer esto sin tabla me ha sorpendido gratamente, la verdad. El de la patada lateral no he tenido templanza ni paciencia para hacerlo bien, de momento.
Bueno, lo prometido es deuda: entrada breve conseguida...

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