El diario de un outsider residente en los arrabales del trimundo

jueves, 21 de julio de 2011

Siempre hay una primera vez... (Progresos en el agua, 2ª parte)

El otro dia terminaba la última entrada reflexionando, más o menos, sobre las continuas oportunidades que nos brinda el deporte de hacer cosas, de alcanzar nuevas sensaciones, nuevos límites, por primera vez. Estas semanas de semivacaciones (qué diablo querré decir con esa palabreja) en la sierra de Madrid me están dando oportunidades nuevas para experimentar: por ejemplo, ayer, por primera vez en este verano y en mi vida, recorrí con mi Trek los paisajes de los veranos de siempre. Bajo la atenta mirada de La Maliciosa y de Siete Picos (cómo iba a ser de otra manera), comprobé que una salida rutinaria por las carreteras de la comarca, 28 kms de nada, dan para hacer muchas piernas: lo digo por los 432 metros de desnivel positivo que salieron.
Pero bueno, no quería hablar yo hoy de la bici, sino del agua. La semana pasada nadé, por primera vez 8400 metros en cuatro sesiones. Esta semana voy por el mismo camino y hoy, por primera vez, he hecho un entreno de 2300 metros en la piscina. La verdad que, por un lado, sigo insatisfecho con mi manera de nadar, con mis tiempos. Por otro, hago balance y creo que en dos años he cogido mucho fondo, he bajado 5 minutos en 1000 metros, he mejorado algo la técnica y, sobre todo, soy más consciente de mi forma de nadar. Como, en definitiva, una imagen vale más que mil palabras, y como este blog también es una especie de portfolio de mi evolución y aprendizaje como triatleta, terminamos la entrada con un vídeo que el socorrista de mi piscina de este verano me grabó el martes pasado.
Ana, mi amiga y monitora de confianza, ya me ha hecho un análisis pormenorizado de la situación: digamos que tengo que estirar más la brazada, que tengo que coger más agua en la parte acuática de la brazada y no llevar los brazos tan por fuera, tengo que recobrar el brazo más estirado y luego doblarlo... En fin, muchas cosas; lo importante es que, a la espera de más análisis profesionales y más consejos, estoy manos a la obra y dispuesto a seguir mejorando. Otra cosa importante, estoy seguro de que habrá un día en que, por primera vez, diga: joder, qué bien nado por fin.

2 comentarios:

  1. ¡Se te ve genial! Digamos que yo también estoy mas o menos en ese punto en el que no me ahogo pero tampoco soy un pez en el agua. Ánimo, se constante,y si me permites un comentario de ayuda, recoge los brazos antes en cada brazada de tal manera que te sirvan a modo de palas y arrastres la mayor cantidad de agua posible. (eso es lo que mi monitora me repite hasta la saciedad) :) Saludos¡¡

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  2. Gracias por los ánimos! Lo de genial, un poco exagerado, diría yo :-) Lo de recoger los brazos, te refieres a cruzarlos por debajo del agua y doblarlos 90º? Gracias por el comentario y más saludos desde aquí.

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