Se trataba de eso; de que me salieran branquias. Y ya puestos, aletas y escamas de salmonete. No ha sido posible. Al menos, no ha sido posible del todo. Y es que, por el poder que me confiere mi lesión de SBIT, he decidido declarar esta semana que está a punto de terminar I Semana Almeriense de la Natación. Así, como suena; las celebraciones han consistido en 5 días seguidos de entrenos en la piscina. Sí señor, desde el miércoles hasta hoy domingo no he faltado a la cita con la piscina de las Almadrabillas ni un solo día. No es de extrañar entonces que me hayan salido un total de 7300 metros de agua esta semana -no está mal teniendo en cuenta de dónde vengo y cómo estoy de estilo (o mejor, de falta de estilo). La gente pro, esos pedazos de triatletas que seguramente no leerán este blog, pensará que hacer 7300 metros es una minucia, especialmente si los dividimos entre 5 días. Pues bueno, cada uno que piense lo que quiera. A mí los susodichos metros me han producido buenas sensaciones y una rinitis alérgica que ya forma parte de mi orgullo de nadador cabezón.
Buenas sensaciones en el agua porque sigo parado en la carrera a pie. Creo que mi cintilla iliotibial está ya bien; sin embargo, no me he atrevido a salir a correr y esperaré el veredicto de mi fisio pro Rocío el martes. A ver qué me dice. Como me diga que siga sin correr, me veo mejorando mi estilo free-stroke (anglicismo del día) más en 2 semanas que en toda mi vida junta. Claro que la rinitis llegaría entonces a proporciones dignas de ser atendidas por la ciencia médica. Bueno, siguiendo con las sensaciones: creo que, poquito a poco, todo va mejorando. La patada, el deslizamiento, el agarre, el recobro, la hidrodinámica. A destacar los 1000 que hice el otro día en 27 minutos y algo -por lo demás, metros a pelo, metros con pull y metros con aletas. De todo un poco. Curiosamente, no estoy haciendo nada con la tabla: tengo que revisar el tema y ver qué tal. Puede ser la manera de comprobar si la patada ha mejorado o no.
A reseñar: la sensación de agarre, la tan traída y llevada sensación de "coger agua". También el comprobar que, aparte de seguir mejorando técnica, la manera de nadar más rápido es mover los brazos más deprisa. El huevo de Colón, pero a mí me ha llevado un tiempo darme cuenta de eso.
Más cosas que reseñar: investigando por ahí foros y blogs (por cierto, un puntazo la gente de swimsmooth.com, que no paran de mandarme correos con recomendaciones y tienen un estupendo foro), investigando en internet, me he dado cuenta de que mi proyecto (convertirme en triatleta a estas edades tan tardías) es de lo más común. Bueno, tampoco exageremos: común, común, no; pero vamos, que no soy el único. Me ha gustado leer el caso de un tío de 50 años que pretende en el futuro completar algún IronMan. Bueno, algo de ventaja llevo: yo tengo 40 y mi propósito es correr un IronMan para celebrar los 50.
Pues creo que esto es todo. Me quedo con la cena, con la música (qué bueno es The Rising, de Bruce; qué bueno y qué difícil hasta que uno se da cuenta de que es bueno), y con Junot Díaz y The Brief Wondrous Life of Oscar Wao. Pedazo de novela.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Me encanta "Mi Wordle" no se si lo tenías desde el principio pero acabo de descubrirlo.
ResponderEliminarEl viernes te echamos mucho de menos en el "hotel Valle del Este", allí si que te hubiesen salido branquias.