La gripe B, de burro, me ha afectado esta semana. Ya estoy recuperado y lo celebro con una nueva entrada de blog. El jueves tuve que adelantar el día de descanso y cancelar mi cita con el fartlek o las series. El cambio repentino de temperaturas me pilló de improviso y creo que cogí frío en la bicicleta o algo así -de todos modos, no es normal este descenso tan otoñal tan pronto. Supongo que todavía nos queda buen tiempo: digo esto al tiempo que miro por la ventana y parece que hoy no hay poniente ni levante ni nada y hay ya 19 grados. O sea, que tenemos un buen día por delante. Bueno, pues el otoño anticipado me pilló sin empezar a tomar la equinácea que había planificado de cara al cambio de tiempo. He empezado ahora con ella -combinada con un producto de esos para los constipados que me dieron en la farmacia me han quitado el malestar y la congestión en dos días o así. No me gusta tomar medicamentos: me siento culpable después de tomar medicinas. No sé, una manía como otra cualquiera. Sin embargo, tengo que reconocer los buenos resultados: ayer viernes ya estaba a las 13.45 haciendo la sesión que había perdido el jueves. 8 k de fartlek/series. Opté por lo de las series y, por simplificar, me decidí a hacer miles: un mil lento, un mil rápido, un mil lento, un mil rápido... Así hasta ocho miles: una manera poco ortodoxa de hacer series (lo digo por la larguísima recuperación entre miles rápidos), pero bueno, me salió un promedio de 4'33'', por lo que supongo que los miles los hice a 4' o así.
Por lo demás, ayer estuvimos en una tienda valorando la posibilidad de suplementos. Preguntando y tal. El mundo de los suplementos alimenticios, todo un mundo de botes de colores. Algunos del tamaño de un tambor de detergente. Al final, nos quedamos con la jalea real suplementada con aminoácidos -la misma que tomé en primavera para la media de Málaga y me sentó tan bien. También nos compramos unos geles de glucosa para probar en el próximo rodaje largo. Todas estas cosas son como las medicinas: no sé, me dan mucha desconfianza y si me liara a tomar batidos de proteína me sentiría culpable. Supongo que de ahí un poco la decisión: una cosa es la jalea real y otra un tambor de proteínas... ¿O no?
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