Por aquí acabo de terminar la cuarta semana de preparación. Cuatro semanas ya y todavía no se me ha puesto la M de maratoniano en la frente; pensaba yo que la eme esa era como más rápida... Termino la semana bien: otra vez 61 kms en total y de momento no hay molestias ni lesiones ni imprevistos de esos que suelen aparecer en procesos deportivos de este estilo. Lo que sí ha habido ha sido un cambio de curro: una semanita casi de nuevo trabajo, nuevos compis, nuevas historias. Todo bien, creo.
Lo que ha habido también es un pedazo de novela de Paul Auster: Oracle Night. La noche del oráculo. Muy recomendable. Paul Auster escribe como dios.
También ha habido hoy un aniversario muy especial que, por cuestiones varias, ha quedado un poco eclipsado. Otro día tocará vino y demás.
Ah, y que no se me olvide: hoy ha habido mucho levante. Levantazo con rachas de más de 50 kms/hora. De esos ventarrones que me gustan tanto para practicar técnica de carrera. El viento te obliga a ser super consciente de la posición que llevas al correr y, al no poder ir demasiado rápido, te concentras en el movimiento y en el gesto. Ya lo he dicho en otras ocasiones: me gusta correr con viento. ¿Qué le voy a hacer? Viento, mar y carrera a pie: menudo trío...
Pues nada más: quedan 12 semanas y tengo la sensación de que es ahora cuando empieza la diversión. A ver si no me equivoco.
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