El diario de un outsider residente en los arrabales del trimundo

martes, 24 de julio de 2012

Entrenos de julio, demanda social, redes sociales

Pelotón ciclista: demanda social
Julio 2012. Ufff, hacía mucho que no entrenaba tanto: posiblemente desde el verano de 2010 en Torrecaballeros. Ahora, en la misma provincia pero con unos entrenamientos más organizados y con el objetivo del medio ironman de Cabo de Gata en un horizonte no demasiado lejano, me van a salir, gracias a mi nuevo entrenador, unos números bastante respetables en este mes de julio (a falta de una semana para terminar el mes, llevo un total de 35h30' sin contar entrenos de fuerza y estiramientos). En todo caso, no consiste todo en números sino también en disfrutar y, cómo no, mejorar -el entrenar por un terreno que es un puro tobogán, el meter sistemáticamente tres días de bici, el meter ejercicios de técnica de carrera, el hacer ejercicios de fuerza y el meter ejercicios de técnica de natación adecuados a mis carencias, todo eso tendrá sus frutos (de hecho, creo que alguno ya hay, que me noto como más suelto, con buenas sensaciones en la mayoría de entrenamientos que he hecho en los últimos días).
Todo eso en cuanto a los entrenamientos, pero, entrando en un terreno más subjetivo, me apetecía comentar lo mucho que me está costando este ritmo de entrenos. No por la exigencia física en sí, sino por la exigencia mental -un factor clave que no he comentado: estoy entrenando solo todo el rato. Y eso desgasta -en los últimos días me he sorprendido decenas de veces pensando que me tiene que gustar esto mucho para continuar con ello. De algún modo, me admiro de lo que me gusta y de lo metido que me encuentro en los entrenos. Por eso, cuando leo el siguiente párrafo en uno de mis libros de cabecera del mes (Guía básica de entrenamiento para ciclistas, de Eric Harr), comprendo que este verano me está faltando un pilar básico para que todo fuera perfecto:

"¿Alguna vez ha notado que cuando está con otras personas haciendo ejercicio suele esforzarse un poco más? Eso se llama demanda social, y es la razón por la que las sesiones de avance se realizan mejor con otros compañeros. Los entrenamientos grupales e incluso los eventos organizados le obligarán a realizar ese esfuerzo extra que produce extraordinarios resultados"

Pues sí, me falta ese pilar básico, el factor grupo. Como soy tan dado a dar vueltas a todo y como soy antropólogo, llevo días contemplando las redes sociales en las que participo (Facebook y Twitter), otras comunidades de la web 2.0 ( Movescount y otras redes para compartir entrenamientos), otros recursos como los blogs y otras redes informales (que abundan al margen de los clubes y redes más oficiales que son percibidas, en general, como inútiles a la hora de proporcionar de manera adecuada ese elemento grupal necesario para progresar), como elementos que suplen a ese grupo cuando no se tiene o cuando se tiene de manera intermitente o inestable. Mi impresión es que usamos esos recursos por muchas razones (en mi caso, uso el blog para reflexionar y tener un diario de mi progreso como deportista, uso Movescount para tener un diario de entrenos organizado, uso Twitter y Facebook para compartir ideas de lo más variado) pero una de la más poderosas es el tener un grupo virtual de iguales que proporcionan una demanda social que nos ayuda a mejorar. Así que, por mucho que pueda parecer que ponemos entrenos en las redes sociales y los hacemos públicos para fardar, en el fondo lo que hay detrás es necesidad de grupo y necesidad de mejora. Ánimos, sentirnos apoyados, buscar inspiración, todo eso es lo que hay detrás del grupo, sea virtual o no.
Otros temas interesantes que me han surgido en la reflexión sobre cómo los deportistas amateur utilizamos las redes sociales se merecerían entradas propias: cómo se utilizan esas redes y esas herramientas web para intereses de patrocinio de grandes marcas, cómo se utilizan esas herramientas para construir verdaderas personalidades alejadas de la vida extradeportiva, cómo se originan procesos de competición por tener el beneplácito y atención de determinadas personalidades que parten el bacalao deportivo o tecnológico. En fin, las redes sociales e Internet no son más que un reflejo de la sociedad humana; pero volviendo al tema central: en este julio de entrenos poderosos, la única compañía deportiva de la que dispongo y que puede constuir mi demanda social son las redes sociales. Saludos virtuales.

1 comentario:

  1. Estupendas esas reflexiones...eso de la demanda social es un término nuevo para mí, que pocas veces he podido comprobar pero si rebobino es posible que me sienta identificado (muy pocas veces he entrenado en grupo, menos ahora).
    Mucho ánimo a ver si nos vemos un día de estos...entrenando!

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