Pues sí, nadie me dijo que fuera a ser fácil todo esto: nadie dijo que fuera fácil nadar mejor, combinar tres disciplinas con la misma pasión con la que practicaba una, usar pedales automáticos, organizar, comprar, lavar equipación para correr-nadar-biciclear; nadie dijo que iba a ser fácil leer todo tipo de manuales sobre entrenamiento y autoentrenamiento, sobre cómo ser un mejor ciclista, cómo ser un mejor corredor, cómo ser un mejor nadador, cómo llegar a ser un triatleta. Nadie dijo que fuera fácil acumular kilómetros al día, a la semana, al mes, al año. Acumular kilómetros y pesas y estiramientos y abdominales y la leche en verso. Aprender sobre alimentación, aprender sobre tantas cosas... Nadie dijo que nada de esto fuera fácil, no. Pero tampoco oí a nadie decir que fuera a ser todo tan difícil. Difícil, a ver si me explico bien, no en el sentido peor del término, pero sí en el sentido de entretenido, de complicado, de reto personal constante.Menos mal que a mi me gustan los retos, que si no... Algo así como las cosas difíciles son las que merecen la pena: es la actitud que hay que tener ante todo este proceso, si no uno es hombre muerto.
Esta semana ha sido una semana difícil: el trail de 29 kms del domingo pasado me dejó absolutamente listo de papeles. Supongo que la distancia, el desnivel y, sobre todo, el terreno (arena, piedra suelta, irregularidades varias) tuvieron su parte en el cansancio que he arrastrado estos días. Espero que fuera eso, pero también he llegado a pensar que el tiempo pasa, los años pasan, todo pasa: si no es en este trail o en esta ocasión, llegará una carrera o una semana en que tardaré cada vez más en recuperarme de las actividades y entrenos exigentes. Bueno, espero tener todavía unos años en que el tiempo me siga perdonando; aun así, he pensado mucho sobre ese tema esta semana. ¿Hasta qué edad uno puede seguir entrenando y mejorando tiempos como si nada? No es la primera vez que me lo pregunto y, supongo que para mucha de la gente que hacemos deporte, es una cuestión un poco tabú; sin embargo, creo que en algún momento hay que ponerla encima de la mesa.
En todo caso, tras dos semanas preparando en serio la Media de Málaga, con la semana del trail acumulando dos buenos días de velocidad y un total de 59 kms, creo que esta tercera semana tocaba descarga. Así que, un poco a la fuerza ahorcan, y un poco por necesidades del calendario, esta semana han tocado cuatro días de piscina y cuatro días de carrera a pie, flojitos, sin ninguna velocidad (sólo con un par de tiradas a 4'40'' y tantos) y con un total de 42 kms. Espero que la bajada de kilómetros y los ritmos regenerativos me ayuden a recuperar mis isquios y mis cuadriceps para esta semana que viene.
En cuanto a la piscina, han salido 5450 metros con natación normal, técnica y aletas. De momento no noto ninguna mejora de tiempos, aunque sí he conseguido reducir brazadas y empezar a entender verdaderamente dentro del agua conceptos como 'deslizar' o 'coger agua'. En cuanto a la bici, la lluvia y mi deplorable estado de piernas me hicieron desaprovechar una ocasión de salir ayer en grupo. Pocas ocasiones de salir con más gente, así que si se vuelve a repetir la oferta, el sábado o domingo que viene no puedo buscarme excusa. Las cosas difíciles son incompatibles con las excusas...
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