El diario de un outsider residente en los arrabales del trimundo

sábado, 29 de enero de 2011

Contador y el vaso medio lleno

La semana ha seguido como estaba previsto: preparándome para la Media Maratón de mañana (hidratándome lo más posible desde el jueves tarde e intentando dormir lo más posible en la noche del viernes a hoy sábado). Al final he salido dos días a correr, 8 kms de nada cada uno de ellos; también he hecho mis tres sesiones de piscina: 5200 metros en total. Esta tarde tocará ir a por el dorsal y las ceremonias preliminares: hoy ni gota de cerveza, hidratos en forma de pasta esta noche, preparar la ropa y la mochila... Lo de todos los días previos a una carrera...
Pues eso, que la semana ha seguido como estaba previsto. Una novedad: Contador ha sido suspendido por un año. Se veía venir. Mira que me caía bien este chaval de Pinto, con pinta de buena gente, con familia de Badajoz (como yo), con historial médico complicado... Con todos los ingredientes para caer bien, en definitiva, se había convertido en uno de mis pocos referentes deportivos (que no soy yo de perder la cabeza ni idolatrar deportistas, vaya). La cosa pintaba mal: no sólo había dado un positivo en clembuterol, sino que, según ciertos rumores, las analíticas mostraban no sé qué restos del plástico propio de las bolsas de sangre utilizadas en transfusiones... En fin, que, como digo, la cosa pintaba regular. Luego lo oyes hablar y tal, y sigue pareciendo que no ha roto un plato en su vida pero... La duda quedará ahí, para siempre, y yo he decidido bajarlo de mi altar de personas admirables. Sí, la presión hacia los deportistas de élite es muy grande; el deporte se ha convertido en un espectáculo mediático, un circo que demanda una continua superación de mejoras y de récords y de límites. Sí. Estoy de acuerdo, pero no es justificación para lo que está pasando en el deporte (para qué mencionar la Operación Galgo y demás...)
Y también está la posibilidad de que hayan ido a por él y que, al final, la historia se reduzca a un pedazo de entrecot contaminado. De todos modos, da igual: si hay muchos deportistas populares que somos responsables con nuestra alimentación (que nos suplementamos sólo con jalea y con té verde y rooibos...), creo que es obligación de Contador ser aun más responsable con lo que se mete entre pecho y espalda, aunque sea un trozo de buey. La duda, desde luego, va a quedar ahí y sus tours y sus logros no se van a ver igual nunca más... Una pena.
Al hilo de lo exigentes que somos muchos populares con la alimentación (que si no sé cuántas piezas de fruta al día, que si alimentos biológicos e integrales, que si tofu, que si seitán, que si equinácea en vez de tener que tomar medicinas, que si té verde o blanco en vez de suplementos antioxidantes...), he reflexionado bastante sobre lo exigentes que somos (algunos por lo menos) con nuestros entrenos y nuestros resultados. He empezado a darme cuenta de que el exigirse siempre rendimientos astronómicos, por encima de la media, incide en la autoestima y en acabar viendo el vaso medio vacío.
Y no: he decidido, haga el tiempo que haga mañana en la Media, y pase lo que pase, empezar a ver el vaso siempre medio lleno. Sí: porque a nada lleva no conformarse con nada. Como ejemplo, el mes de enero, en que me he visto tan mediocre y tan perezoso. Al final, va a terminar con más de 200 kms de carrera a pie y con cerca de 15000 metros de piscina. También con unos cuantos kilómetros de bici urbana. Y sí: habrá a quien le parezca poco pero... Al final, visto con la óptica del vaso medio lleno, va a ser un pedazo de mes.

1 comentario:

  1. Es lo malo del mundo de la competición, que sobrepasa la idea sana del deporte.
    Y es bueno no exigirse demasiado y pensar que uno es humano, claro que esta gente ya es su modo de vida y se acostumbran a querer cada vez más.

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