El diario de un outsider residente en los arrabales del trimundo

martes, 8 de noviembre de 2011

Aprendizaje

Casi dos semanas sin escribir por aquí dan para mucho. Mucho de entrenar y mucho más de reflexionar; con lo reflexivo que yo soy, me tenía que haber metido a aspirante a premio Nobel y no a aprendiz de triatleta. El caso es que han pasado estos días, me he casi recuperado del todo de la emoción y del esfuerzo del sprint de Benidorm, he entrenado (no todo lo deseable, pero algo es algo), he reflexionado, he proyectado... Y, me he preguntado: ¿por dónde andas? ¿dónde te encuentras? Y me he sorprendido respondiéndome que me encuentro todavía casi al principio del recorrido. Y lo mejor de todo es que no me ha importando saber que tengo todo un largo proceso de aprendizaje por delante. Desde que empecé a hacer deporte más o menos en serio (en serio, entre comillas, se entiende), me di cuenta que para mí el deporte es una forma de reinventarme y de reflexión continua. De disfrute también, pero me sorprende sobremanera cómo, a través del deporte, puedo combinar autoconocimiento, reinvención, mejora, práctica de una vida más o menos sana, y disfrute.Así que en esas estamos, mientras meto semanas normalitas de entreno (la pasada por ejemplo, 8 horas para 2 días de natación, 1 de ciclismo y 4 de carrera a pie), contemplo lo que llevo de equipaje en mi mochila y veo que no es tanto: un historial curioso e interesante como runner medio pata negra y tres triatlones sprint. Ni más, ni menos. Sin duda, me queda mucho que aprender: mejorar en bici y ser capaz de hacer lo que oigo que hace la gente por ahí (velocidades medias que para mí, hoy por hoy, rozan lo mítico, por ejemplo), seguir mejorando y sintiéndome más cómodo en el agua. Todo eso mientras paso a mayores, a distancias más largas, sin saltarme ningún escalón y sin apresurar las cosas. Sin duda, lo próximo que toca, en primavera, es un Olímpico -lo demás vendrá de manera natural.
Un par de cosas más, así en tono medio introspectivo: lo primero, que es ahora cuando estoy empezando a practicar la faceta más social del triatlón; en los últimos meses he conocido a bastante gente, metida en esto, con la que he compartido algún entreno o que me ha servido de inspiración. No sé dónde leí que el triatlón es un deporte básicamente social (a pesar de ser una actividad tan competitiva y tan individual); es ahora cuando estoy empezando a experimentar esa vertiente, que no me disgusta nada por mi natural sociable y hablador...
La otra reflexión que quería compartir es cómo el estar inmerso en un proceso de aprendizaje de largo recorrido me está ayudando a ponerme en el lugar de algunos de mis alumnos. El ser el último de los entrenos del club de natación, por ejemplo, el ser consciente de todo lo que me falta para estar en el grueso del grupo, me ayuda a comprender qué sienten algunas de las personas que están o han estado en mis clases estos años -de alguna manera, estoy sintiendo una mayor empatía con esas personas a las que les cuesta aprender inglés y miran desorientadas en clase, sin entender del todo qué hay que hacer y lanzándose a la piscina de las actividades como buenamente pueden. Ahora, cuando veo alguna cara de angustia despistada en clase, me acuerdo de mí entrenando con el club. Me acuerdo de mí y los admiro aun más, porque me he dado cuenta de lo mucho que cuesta aprender en un entorno en el que todo el mundo sabe más. Cierro el capítulo introspectivo: un peligro para la cabeza esto de haberme empeñado en ser aprendiz de triatleta reflexivo.

3 comentarios:

  1. Me gusta tu reflexión. Algo parecido me pasa a mí cuando temporada tras temporada los "nuevos" entran en mi calle siguiéndome y tras una o dos temporadas como mucho pasan de "tocarme los pies" a la calle A de los "Asombrosos”; con el tiempo he asumido orgullosamente que soy como una especie de objetivo de motivación y eso está bien.

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  2. pues gracias por compartir tu reflexión, MAIN MENU! la verdad es que yo me conformaría con llegar a la mitad del camino entre 'nuevo' y 'asombroso' :-)

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  3. Cuando de aquí a nada cambies de calle lo volvemos a comentar...;)

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