Siguiendo con mis propósitos de enmienda y mis planes de mejora, esta semana he entrado en modo reset. No sé exactamente qué diablos quiero decir con eso, pero en mi fuero interno he notado ciertos cambios de actitud y de enfoque en los entrenamientos que me hacen sentirme contento con lo que he hecho esta semana -al final, han salido 4 días de carrera a pie (40 kms de nada), 3 días de agua (7100 metros) y un día de bici (53 kms). Dicho así, no hay nada ni sorprendente ni novedoso -sin embargo, si analizo algunas de las cosas que han pasado en el transcurso de esos metros y kilómetros, creo que estoy empezando a intoducir algunos cambios relacionados con mis propuestas de mejora de la entrada anterior. Aquí destaco alguna cosa:
-primero, en el agua, he entrenado dos días con los Bahía y un día por mi cuenta; lo más importante es que estoy notando alguna mejora en mi natación y, sobre todo, estoy disfrutando más cuando nado. Mentiría si dijera que no me lo paso bien en la piscina... Importante lo de disfrutar e importante también el notar que no estoy metiendo metros por meter, sino que, sea con el club o por mi cuenta, estoy intentando darle una lógica a mis entrenos acuáticos...
-segundo, por fin he vuelto a iniciar entrenamientos de calidad en carrera a pie; precisamente ayer tocó una pirámide de fartlek chulísima, de las de antes, de las que hacía rutinariamente en las temporadas pasadas para prepararme maratones o medias -la de ayer fueron 10 kms con 1', 2', 3', 4', 5', 4', 3', 2', 1'. Los 10 kms salieron a 4'19'' el mil; los picos de fartlek a 3'35''-3'50''. Lo mejor de todo, las sensaciones tan buenas. Hacía tiempo que no corría a esos ritmos y da gusto constatar que el que tuvo retuvo...
-tercero, hoy he retomado la bici, después de una buena pausa: buen entrenamiento contra el viento de levante en la primera mitad subiendo hasta las Cuevas de los Úbeda. Lo mejor, la vuelta, con el viento a favor y esforzándome por subir la velocidad media desastrosa que había acumulado en la primera mitad. Buenas sensaciones, atención a la cadencia y disfrutando la bici como hacía meses que no lo hacía.
Me quedo aquí -sé que queda mucho por hacer para poder decir que estoy cumpliendo a rajatabla mi plan de mejora, pero algo es algo. Me despido con una reflexión: qué duro es ser aprendiz de triatleta cuando, además de eso, uno es tantísimas cosas más. En un primer trimestre de mucho trabajo en mis clases, las cosas no están siendo del todo fáciles y hay días que acumulo un cansancio tremendo. Pero bueno, nadie me dijo que esto fuera a ser fácil.
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