El caso es que al final de la mañana y con una serie de retrasos debidos a la actividad del puerto de Cartagena, tuvo lugar la salida de mi segundo sprint de esta temporada.Un recorrido que me sorprendió como, de momento, el más bonito de los triatlones que he hecho. Nadar en el puerto de Cartagena me pareció un lujo. Y el recorrido de la carrera a pie por la muralla también me pareció bastante bonito.
En cualquier caso, creo que andábamos por el principio -bocinazo de salida y a nadar. Nada raro, aparte de la belleza del puerto y de la cantidad de triatletas reconcentrados que íbamos hacia la primera boya. Boya que, por los comentarios de la gente que había participado en años anteriores, estaba a más de 300 metros de la salida, lo que, para algunos, daba como resultado un recorrido de agua de unos 900m. Giro hacia la derecha y hacia la segunda boya. Me encuentro bien y no me despego del grupo en que iba desde el principio. Mucho contacto físico y tiramos hacia la segunda boya. Sin novedad en el frente. Giro hacia la izquierda otra vez y una tercera boya que se hace esperar. Cuando me doy cuenta me he desviado demasiado a la izquierda y tengo que rectificar. En todo caso, ahí que llego a la rampa de acceso al muelle y toca tirar, sin alfombra y evitando resbalarme demasiado, para T1.
A por la bici, que llegamos tarde |
T2 y, esta vez sin problemas ni olvidos, me pongo las zapas y salgo a correr. Piernas de madera o de piedra, directamente y rumbo a lo desconocido. Sorpresón del día: el recorrido (a dos vueltas) tiene un pedazo de repecho poco después de la salida con el que no contaba. Subo como puedo y me echo toda el agua que puedo en el avituallamiento. Hace calor. Murallas de Carlos III. Estructuras defensivas y un carril bici que casi nadie sigue (la mayoría atrochando por el césped, qué mal ¿no?). Vuelta a empezar, con repecho incluido. Más agua. Adelanto a gente y me crezco un poco. Quiero llegar a meta lo antes posible y con zancadas vistosas -que se note que uno es un triatleta muy mediocre pero un runner de provecho. Meta. No quedan camisestas de mi talla. No queda bebida isotónica. Un pedazo de triatlón así, con 500 participantes entre unas y otras modalidades, debería estar más controlado en estos detalles -pero, como decía al principio, nos da igual. Lo importante es que repetimos el milagro: nadamos y no nos ahogamos, hacemos la bici y no nos matamos, corremos y no reventamos. Por todo eso, disfrutamos y somos felices.
Al final, 1h14'45'', puesto 146º de 245 llegados y 23º de mi categoría. El tiempo es muy similar al del domingo anterior en Marbella, aunque hago mejor agua y mejor bici aquí y confirmo que el recorrido de la carrera a pie de Marbella estaba acortado. Contento, aunque sea difícil de creer, con estos parciales:
-agua, 16'04'' (puesto 184º, a 2'09'' de promedio)
-bici, 38'29'' (puesto 187º, a 31.29 km/h, incluyendo la transición)
-carrera a pie 20'20'' (puesto 30º, a 4'04'')
Las mismas conclusiones que en Marbella: voy flojito en bici y en el agua. Voy bien en carrera a pie. Voy disfrutando en las tres cosas, que, al fin y al cabo, es lo que, por lo menos a estas alturas de mi aprendizaje, me importa. Gran triatlón el de Cartagena, buena actuación de algunos de los compañeros del TriAlmería, buena charleta con algún histórico del triatlón almeriense (el gran Ilde, al que hasta el domingo sólo conocía de oídas), buen ambiente tri y mucha pasión. Destaco la ilusión del primer triatlón de Simón que debutó en distancia super-sprint y que ya no podrá dedicarse a hacer las fotos que tan bien hacía. ¡A disfrutar!
Más contento que si hubiera ganado |
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