El diario de un outsider residente en los arrabales del trimundo

martes, 12 de abril de 2011

XXI Media Maratón Ciudad de Málaga: la crónica de lo que no pudo ser

Pues no pudo ser. Mi rito primaveral de bajar marca en la que es una de mis carreras favoritas se interrumpió este año. Ahora me queda la duda de si los imprevistos y situaciones sobrevenidas que rodearon la carrera son responsables hasta cierto punto de no llegar al objetivo o, por el contrario, simplemente me faltaba entrenamiento. Puede ser que la razón de quedarme a 2'04'' de mi mejor marca (la del año anterior en la misma prueba) se deba a una mezcla de ambas: falta de entrenamiento y varias cosillas más que vinieron a ayudar. Cosillas como el calor (alrededor de 28ºC), el viento de poniente aterralao que molestó en la segunda parte de la carrera, la salud de mi padre que no está en su mejor momento y que se complicó bastante el domingo, la cantidad de tiempo que tardé en adelantar al grueso de los participantes -una reflexión: ¿por qué la gente se empeña en situarse bien en la línea de salida para luego ir a ritmos bajitos o normales?. En fin, las cosas que pasan. Uno se imagina una carrera perfecta y luego las cosas son como son. ¿Existen las carreras perfectas? No lo creo: incluso los profesionales tendrán sus vidas familiares, sus dudas, sus vientos de poniente particulares, sus buenos, regulares y malos días.
Por lo demás, el intento de rito de este año, llamémosle ritus interruptus, tuvo su parte de ceremonia y de disfrute particular. Las cosas de siempre: recogida de dorsal, turismo por Málaga, cervezas y tapitas, nervios del día anterior. Todo en la línea normal. También en la línea habitual el despertador que suena a las 7.40 en un domingo y que hace que te preguntes tantas cosas: ¿hasta cuándo? ¿para que? ¿estamos cuerdos? Toda una serie de preguntas que se van contestando solas según uno llega al estadio y comprueba que hay cada vez más piraos en este tema. Preguntas que se responden, sobre todo, cuando suena el pistoletazo de salida y, como era previsible, uno lo ve claro y decide intentar ir como un tiro. A pesar de la conversación telefónica con mi madre, a pesar de saber que mi padre no está bien, a pesar de todo: como un tiro, esa es la consigna. Porque vuelvo a constatar que me gusta correr, me gusta jugar a ganarme a mí mismo, me gusta jugar a derrotar al tiempo: al tiempo de las carreras, pero también al tiempo que va pasando y quiere poner las cosas cada vez más difíciles.  Así las cosas, voy adelantando gente y creo que es por el km 2 que ya he puesto los puntos sobre las íes y ya voy a una media aceptable: alrededor de 4' por kilómetro. Sigo y veo que voy estupendo, de piernas y de cardio. Paseo Marítimo nuevo y empiezo a saborear el recorrido de este año, que, para mi gusto, es el más bonito de todas las Medias de Málaga en que he participado. Pasamos el río y enfilamos el Paseo de los Curas y la zona del puerto. Por el Parque, sorpresa de la carrera: alcanzo al triatleta bloggero Ironmangadir y sus inconfundibles zapatillas (un placer conocerte, Ironmangadir: ya coincidiremos en más eventos de estos, aunque me quede un poco lejos todavía tu nivel de triatlones y de horas de entreno). Compartimos un par de kilómetros y un rato de charleta, lo cual me sirve para darme cuenta, otra vez, de lo que me gusta hablar en las carreras. También me doy cuenta de lo que ha cambiado el mundo: esto de tener amistades online -gente que sabemos los unos de los otros sin habernos conocido en la realidad auténtica. Increíble.
Pero bueno, el caso es que estamos ya por la Malagueta y entramos en la zona más bonita de la carrera: Paseo Marítimo Pablo Picasso. Baños del Carmen. Y ahora, claro, toca volver al estadio. He pasado los 10 kms en unos 39'. No voy mal. Pero ando un poco despistado: a ratos resuelvo mis fórmulas mentales caseras y veo posible llegar en 1h23' y poco. A ratos lo veo más difícil. La cosa es que a la vuelta no voy viendo las marcas de kilometraje (¿estaban por algún sitio?): me voy guiando por los avituallamientos. El resto tiene poca historia: vuelta por el Paseo Marítimo nuevo, poco público, sombras escasas que voy buscando, botellas de agua que me voy derramando por la cabeza y la espalda. Las chimeneas de la térmica: señores y señoras, esto va oliendo a final. Y por fin una marca de kilometraje: el kilómetro 19 que paso en 1 hora y casi 17 minutos. El kilómetro 19 que me hace ver que ya, por mucho que corra, no voy a bajar marca. Aun así, sigo tirando, esperando algún tipo de milagro del cronómetro. Estadio. Entrada y vuelta a la pista. Al final: 1h26'02'', a un promedio de 4'04'' por kilómetro. Entro en el puesto 110 de más de 2700 llegados, el 21 de mi categoría. Supongo que no está mal, supongo que hacía mucho calor, supongo que hacía viento. Supongo que también estoy un poco decepcionado.

2 comentarios:

  1. Como ya te dije en otro comentario no debes estra deceocionado. Estoy seguro que unicamente sin el viento hubieras mejorado marca!!! Estate tranquilo en ese sentido!!para mi tambien fue un placer que nos conocieramos y espero se repita. Animo para tu debut en el proximo triatlon de almeria y si tienes cualquier duda ya sabes solo tuenes que preguntarme!!!Abrazo!!!

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  2. En dos días vuelves a estar a tope de moral, ya verás. Eso es el deporte, a veces no cumples al 100x100 tus espectativas, pero lo importante es darlo todo y disfrutar entrenando, y eso por lo que veo tú lo haces. Personalmente creo que entrenar ahora para el triatlón te va a venir muy bien para desconesctar un poco de las carreras a pie y volver a ellas con mucha más fuerza.
    Pronto coincideremos en alguna nosotros.
    Un saludo.

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