Ayer fue un día estupendo. Buenas sensaciones por todos sitios: en clase, en la piscina, en el entrenamiento. Uno de esos días que te van sorprendiendo por lo que pueden dar de sí. Por lo que uno puede dar de sí también. Así, metido ya en la semana 10, se vuelve a notar el entrenamiento y los buenos resultados. ¿Cansancio? Sí, un poco, pero curiosamente me noto más cansado cuando no hago nada o cuando hago algún rodaje trotón a ritmo de recuperación que cuando hago velocidad. Bueno, ¿por qué fue un día tan redondo? Pues supongo que porque todo salió mejor de lo previsto: ese el el resumen, todo mejor de lo previsto. Ciclismo urbano, clase, más ciclismo urbano, 1600 metros de piscina, más ciclismo urbano, comida, más ciclismo urbano, claustro, descanso... Y aquí empieza lo bueno: un rodaje tempo progresivo de 10 kms en el que nos fuimos animando, y animando y animando. Los primeros 5 kms a 4'06''; los segundos a 3'56'': promedio de 4'01''. Nada mal.
Por si eso fuera poco, esa sensación de poder hacer un entrenamiento de 10 kms casi a mi mejor ritmo de carrera, el buenísimo sabor de boca que una sesión así te deja en el cuerpo, la noche tuvo premio: concierto de Rebekka Bakken en el teatro Apolo. Una noruega guapísima, simpatiquísima y elegantísima que parecía que había venido a Almería a felicitarnos por el entreno y a desearnos buena suerte para las últimas dos semanas pre-Málaga.
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Le pedi yo que viniera a trasmitirte fuerza y mis dineros me ha costao
ResponderEliminarPues gracias, Carmen: todo un acierto :-) Fuerza trasmitida y un concierto estupendo.
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