El diario de un outsider residente en los arrabales del trimundo

domingo, 28 de noviembre de 2010

Marlango, últimas sesiones de calidad y lluvia

Antes de salir a hacer el último rodaje dominguero antes de Málaga (rodaje que no sé cómo calificar porque se va a quedar en tan sólo 14 kms), actualizo por aquí. El tapering sigue su curso y la reducción del kilometraje ha tenido, de momento, una consecuencia clarísima: me encuentro descansado. Así de sencillo. Como dije en la entrada anterior, la semana está teniendo menos kilómetros (acabaré con un total de 58, incluyendo los 14 que tocan ahora antes de comer) pero ha contado con las tres sesiones de calidad de rigor: el martes tocó la ya famosa y clásica pirámide de fartlek; esta vez sólo 8 kms con una pirámide un poco rara (1' 2' 3' 4' 4' 3' 2' 2' 1') y con un promedio de 4'22'', con recuperaciones al trote cochinero y con los intervalos a 3'50'' o así... Sin duda, las pirámides de fartlek son uno de mis entrenamientos favoritos. Tampoco me disgustan los ritmos de carrera controlados, esta semana tocaban 15 kms, el jueves: al final salieron quizás un poco más rápidos de la cuenta, a 4'19'', con buenas sensaciones, ese feeling que da el entrenamiento y que consiste en correr a buen ritmo pero comprobando que no vas forzando la máquina (menuda expresión esta, forzar la máquina). El último entreno de calidad antes del Maratón fue ayer: 8 kms de tempo progresivo (otro de mis entrenamientos favoritos cuando estoy en vena: tonto el último) que tuvieron lugar bajo una buena chupa de agua. Ayer, tras un otoño seco seco, volvió a llover en Almería: llover, lo que se dice llover. Y ahí que salimos con los chubasqueros y las ganas que daba el saber que era el último entrenamiento rápido: al final, 4'04 de promedio, que, contando con lo que frenan los charcos y el pavimento resbaladizo, no está nada nada mal.
Y poco más: decir que esta semana volvía a tocar concierto. Esta vez han sido Leonor Watling y Marlango los que han venido a poner su granito de arena y de inspiración para los entrenamientos y para Málaga.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Viva el tapering


Faltan dos semanas exactas para Málaga. Ahora, mientras hago balance de la última semana, la semana 10, es casi momento de ponerse a hacer balance completo de todo el entrenamiento y de empezar a pensar en una estrategia para las dos últimas semanas y, sobre todo, para la carrera. Ufff, qué pereza esto de hacer balance un lunes por la noche.
Lo más fácil es empezar recordando algunos flashbacks de la décima semana: un tempo progresivo memorable de 10 kms  a 4'01'' de promedio, una pirámide de fartlek de 12 kms el sábado a medio día (¿habráse visto hacer fartlek el sábado a medio día mientras la gente se harta de cerveza en las terrazas del Paseo Marítimo?), una tirada larga (19 kms con chispa final que salieron a 4'46'') que resultó ser casi un paseo comparado con otras tiradas largas del plan. En total, 68 kms: ha empezado la cuentra atrás y el tijeretazo de kilometraje. Un solo día de piscina, con relativas buenas sensaciones y los 1600 metros de rigor. Dos conciertos de jazz para retomar fuerzas.
Las dos semanas que quedan son delicadas; por un lado hay que tener cuidado con las lesiones de última hora. Por otra parte, hay que seguir bajando kilómetros, descansando lo más posible y metiendo sólo sesiones con chispa. ¿Difícil ese equilibrio?. Bueno, el plan es meter tan sólo 58 kms esta semana; y la que viene, la última, hacer entrenos simbólicos para mantener las endorfinas a niveles aceptables. Por lo demás, el tapering este, el recorte de kilómetros, lleva aparejadas otras historias: cuidar muchísimo la alimentación, beber poquísimo alcohol (o ninguno), meditar, visualizarse atravesando la meta, hacer examen de conciencia y centrarse en todo lo bueno que se ha hecho en estas semanas, incluso cuidarse los pies. En fin, mucho ejercicio mental y dietético que, aunque pueda sonar a payasada, es parte esencial de todo el proceso. Todo el proceso, toda esta movida...

viernes, 19 de noviembre de 2010

Un día redondo: tras la velocidad llegó Rebekka Bakken

Ayer fue un día estupendo. Buenas sensaciones por todos sitios: en clase, en la piscina, en el entrenamiento. Uno de esos días que te van sorprendiendo por lo que pueden dar de sí. Por lo que uno puede dar de sí también. Así, metido ya en la semana 10, se vuelve a notar el entrenamiento y los buenos resultados. ¿Cansancio? Sí, un poco, pero curiosamente me noto más cansado cuando no hago nada o cuando hago algún rodaje trotón a ritmo de recuperación que cuando hago velocidad. Bueno, ¿por qué fue un día tan redondo? Pues supongo que porque todo salió mejor de lo previsto: ese el el resumen, todo mejor de lo previsto. Ciclismo urbano, clase, más ciclismo urbano, 1600 metros de piscina, más ciclismo urbano, comida, más ciclismo urbano, claustro, descanso... Y aquí empieza lo bueno: un rodaje tempo progresivo de 10 kms en el que nos fuimos animando, y animando y animando. Los primeros 5 kms a 4'06''; los segundos a 3'56'': promedio de 4'01''. Nada mal.
Por si eso fuera poco, esa sensación de poder hacer un entrenamiento de 10 kms casi a mi mejor ritmo de carrera, el buenísimo sabor de boca que una sesión así te deja en el cuerpo, la noche tuvo premio: concierto de Rebekka Bakken en el teatro Apolo. Una noruega guapísima, simpatiquísima y elegantísima que parecía que había venido a Almería a felicitarnos por el entreno y a desearnos buena suerte para las últimas dos semanas pre-Málaga.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Crónica de una semana completa: 82 kms, nueva piscina y dos conciertos de jazz

Ayer terminaba la semana más dura del entrenamiento para Málaga -una semana dura, pero llena de muchas, variadas y buenas sensaciones. Cuando uno se embarca en empresas de este estilo, en planes que hay que cumplir, en calendarios pegados al frigo que te dicen qué tienes que hacer y cuándo lo tienes que hacer, siempre hay muchas oportunidades para la reflexión. Estoy convencido de que la actividad física me ha ayudado a conocerme mejor y eso ha sido, sin duda, porque los entrenamimentos, las carreras, los proyectos de futuro, el compromiso y la exigencia, te permiten saber hasta dónde puedes llegar. O mejor, hasta dónde estas dispuesto a llegar. Como veis, me he levantado filosófico esta mañana. O bueno, más que filosófico, pelín místico. Y es que lo del maratón, lo de los deportes de resistencia en general, tiene, creo yo, un componente de mística, de conocer nuestro límite, de sentirnos especiales, de caminar el limbo que separa lo normal y corriente de lo extraordinario. Que una cosa es la actividad física saludable y otra diferente lo de intentar hacer cosas que nos ponen a prueba. En fin, que, para desengrasar de tanta mística y de tanta filosofía barata, voy a poner las cosas claras. A ver, con los Sigur Rós sonando (para que la mística no desaparezca del todo), ¿qué ha pasado en la semana 9? Pues, además de mucho viento el lunes y el martes, ni más ni menos que esto:

lunes - descanso
martes - 10 kms pirámide fartlek, promedio de 4'24'' + 1600 metros de piscina
miércoles - 8 kms recuperación
jueves - 16 kms progresivos tempo, a 4'04'' + 1600 metros piscina
viernes - 8 kms ritmo carrera controlado, a 4'27''
sábado - 8 kms recuperación, a 4'59''
domingo - 32 kms, última tirada larga, a 4'59''

Reseñables los tres días de calidad, con cambio de planes incluido. Me explico, el jueves tocaba un rodaje de 16 kms a ritmo controlado -un ritmo controlado que se descontroló un poco porque nos encontramos con el amigo Guillermo. Encontrarse con Guillermo por el Paseo Marítimo es siempre un lujo y una garantía de hacer un entrenamiento rápido (desde aquí, Guillermo, un saludo). Así que los 16 kms se convirtieron en un progresivo entre 4'08'' y 4' pelaos. Rodaje gozoso: da optimismo ver que los entrenamientos van teniendo resultados y que uno va relativamente cómodo a ese ritmo durante esos kilómetros fuera de una competición. Así las cosas, el tempo progresivo de 8 kms previsto para el viernes pasó a ser un rodaje a ritmo controlado. Imprevistos del Paseo Marítimo...
Reseñable también la última tirada larga del plan: un día estupendo, con algo de poniente y con un sol muy agradable. 32 kms que, aunque no supieron a poco, tampoco supieron a demasiado. Sin duda, mejores sensaciones que la tirada larga previa -sensaciones un poco de tener los deberes ya hechos. Sensaciones de ir pasando página o, por lo menos, de pasar al siguiente capítulo (el capítulo tapering).
Reseñable tambiñen mi regreso a la piscina. Nueva piscina. No es que me guste mucho el sitio, pero como ya dije en otra entrada, no hay muchas más soluciones. En la parte negativa, decir que la piscina es tan poco profunda que uno tiene la sensación de que se va a rayar las gafas con la T o a pegarse un porrazo con el suelo... Pero bueno, como no es cuestión de rayarse más de la cuenta, me centraré en lo positivo: a la hora a la que he ido estos dos primeros días, no hay prácticamente nadie, por lo que he tenido una calle para mí solo. 1600 metros cada día, con pull y sin pull, volviendo a coger el gustillo y el punto al agua. Y volviendo a constatar lo difícil que es nadar bien.
Reseñables, por último, los dos conciertos de jazz de la semana: Gonzalo Rubalcaba Quintet (un poco heavys para mi gusto) y la estupenda Classijazz Big Band. Hay que alimentar el alma, no sólo de cardio y de calidad vive el hombre.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Una semana más y un día de descanso total: empieza la cuenta atrás...


Faltan cuatro semanas exactas para Málaga. Ayer terminó la semana 8, con sus 75 kms y con un aire más bien tranquilo: como el rodaje del domingo era de tan sólo 20 kms, la cosa perdió un poco de emoción. Hoy hemos entrado en la semana 9 con un aire bastante menos tranquilo: ciclogénesis en la costa gallega, que está provocando por aquí un temporal de poniente que quita las ganas de todo -ahora mismo según el WeatherWatcher hay viento W a 51 km/h con ráfagas de 74 km/h . Por eso, aprovechando las inclemencias, hoy ha tocado descanso total -y total quiere decir que hasta he subido en coche a trabajar, no me veía por la avenida Cabo de Gata con todo el viento de cara y con la cabeza llena de todo lo que tenía que hacer a lo largo de la tarde. Así que mañana empieza la semana más exigente de la preparación; el plan es el siguiente: desayuno potente, trabajo, piscina, comida, siesta y, probablemente, 16 kms a ritmo de carrera... Ahora me quedo con mi rooibos y mi Bruce Springsteen sonando entre las ráfagas de viento.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Almadrabillas blues y un octubre kilométrico

Pues sí. No podía evitarlo. Como cada vez que paso por la piscina de las Almadrabillas me da una pena terrible y me acuerdo de mi lentísimo progreso como nadador pingüino, he decidido dedicarle (otra vez) una entrada a ese complejo polideportivo. Una pena que quede nada y menos para que lo cierren. Una pena que siga el tema igual que la última vez que hablé de ello aquí: nada de información en la web del Patronato Municipal de Deportes de Amería. Este es el enfoque cutre hispánico de la transparencia en los servicios públicos. Curiosamente, la noticia sobre la construcción del nuevo centro deportivo aparece en la web de los arquitectos ganadores del proyecto. Osea, que ha habido un concurso púbico y tal y tal, pero el Patronato no informa en su web ni ha habido información ninguna a los usuarios de la piscina actual. Sorprendente.
Pero bueno, como tampoco quiero mosquearme y como hay novedades personales relacionadas con el tema, paso al anuncio del mes: otra vez tomo y retomo el toro por los cuernos y paso a la acción. Me acabo de hacer socio de uno de los centros deportivos de la capi (centros pseudomunicipales con gestión descaradamente privada). A la fuerza ahorcan. Me acabo de hacer socio y he pagado la cuota de noviembre por lo que, ahí va el anuncio, a partir de la semana que viene, vuelvo al agua con el propósito de volver a meter tres sesiones semanales. El martes 9 primera cita con mi nueva piscina. Ya contaré cómo es el reencuentro con las gafas.
Por lo demás, el entrenamiento para Málaga sigue su ritmo. Un ritmo que no sé cómo calificar, pero que, haciendo balance mensual el domingo pasado, se me antoja un poco excesivo. Octubre ha sido el mes más kilométrico de mi historia deportiva. 349 kms totales que culminaron en una tirada larga de 32 kms en mitad de un temporal de poniente. Desde la Playa de San Miguel hasta el Toyo, ida y vuelta, y a un ritmo que fue bajando y bajando a causa del fortísimo viento en contra. Al final, un promedio de 5'10'' por kilómetro y una sensación de haber realizado alguna gesta digna de un concurso de masoquistas. Bueno, sólo queda otra tirada larga antes del Maratón. Así las cosas, la semana 7 terminó con 79 kms totales.
La semana 8 está siendo un poco menos exigente; la tirada larga del domingo será de tan sólo 20 kms. Hasta el momento la cosa va así: lunes, 10 kms de recuperación; martes, 8 kms con pirámide de fartlek; miércoles, descanso; ayer jueves, 8 kms tempo a 4'09'' de promedio; hoy tocan 13 kms a ritmo de carrera...