El diario de un outsider residente en los arrabales del trimundo

jueves, 9 de septiembre de 2010

Running in London: crónica de un verano (primera parte)


Por una vez voy a poner aquí una entrada que pretende ser útil. Porque, claro, un blog deportivo debería servirle a la gente que lo lee para algo y, como habréis podido comprobar, este no es el caso del mío. Bueno, espero que lo que voy a escribir le sirva a quienes quieran correr por Londres y no sepan o no tengan del todo claro por dónde hacerlo.
Y es que, con un verano tan kilométrico, no podía dejar de escribir minicrónicas de las distintas cosas que he ido haciendo en julio y agosto. Y una de las joyas de la corona de mi verano ha sido, sin duda, Londres. Hacía unos cuantos años que no volvía, creo que desde 2004, y mi sorpresa, deportivamente hablando, ha sido mayúscula. Me he encontrado una ciudad cambiada: más cosmopolita si cabe, más versátil, más llena de contrastes, más ciclista, más runner. Más triatlética. La cantidad de gente que se mueve en bicicleta o corriendo por Londres es enorme. Gente con mochilas, gente con bicis de carretera, gente que practica deporte yendo o volviendo del trabajo. Un espectáculo. Nada que ver con la triste situación en España en cuanto a ciclismo urbano se refiere...
De todos modos, antes de que me vaya por las ramas, me centro en el tema: durante mi semana londinense, salieron 64 kms de carrera a pie, repartidos en 6 días. Como estábamos alojados justo detrás de la Tate Modern, al ladito del Támesis, la opción era clara: correr a lo largo del río en una u otra o ambas direcciones... Si queréis hacer un poco de sightseeing y a la vez correr, no lo dudéis: el Thames Path es el recorrido. Este sendero, totalmente acondicionado y señalizado, recorre el Támesis desde el nacimiento hasta la desembocadura. 346 kms que invitan a realizarlo en su totalidad en plan senderismo o en bici (otro proyecto más para el futuro), pero que en el tramo por la ciudad de Londres permiten esa combinación estupenda de carrera y visita de la ciudad. Supongo que ya lo he dicho en alguna otra ocasión en este blog, pero correr en una ciudad diferente a la tuya te permite visitarla y vivirla de una manera muy especial. Para un runner, ver las ciudades acompañado de otra gente que corre es casi casi imprescindible. Bueno, volviendo a Londres: cualquier tramo del Thames Path es bueno; menciono quizá el tramo estelar, desde Tower Bridge hasta Westminster. Muy bonito de hacer, también, si cruzamos el Millenium Bridge, justo enfrente de la Tate Modern, y seguimos hasta Westminster por la orilla norte. La única precaución que tenéis que tener es estar pendientes de los posibles desvíos por obras: todo perfectamente señalizado con carteles en los que pondrá diversion. Otra precaución, cuidado con las aglomeraciones en algunas zonas (por ejemplo en las inmediaciones del London Eye). De todas maneras, en Londres la gente está acostumbrada a los runners, y es todo un misterio cómo entre verdaderas riadas de turistas y de londinenses, la gente va corriendo a ritmos verdaderamente altos y arriesgados y no ves ni un solo frenazo ni empujón.
Otras zonas para correr, además del río: los parques (Kensington Gardens y Hyde Park, pueden ser una buena opción). Quizás puede merecer la pena desplazarse e ir a conocer dos parques un poco más alejados del centro pero que tienen espacios increíbles para correr: Wimbledon Common y Richmond Park. Este último es el parque urbano más grande de Europa y, si estáis en la zona, puede merecer la pena correr por el Thames Path entre Richmond, Petersham y Ham y luego hacer una entrada en el parque.
Finalmente, una opción sorprendente es el Grand Union Canal. Los canales en Inglaterra son parte del patrimonio industrial y natural y están perfectamente mantenidos y conservados. Correr por el towpath de un canal es otra de las opciones que ofrece Londres. El Grand Union tiene diversos ramales por el oeste y el este de Londres; os recomiendo el recorrido desde Paddington hasta Kings Cross, pasando por Little Venice y Camden. Si queréis hacer más distancia, el canal llega hasta el Támesis en Limehouse y atraviesa todo el East End.
Bueno, espero que si corréis por Londres lo disfrutéis tanto como yo.

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