Ayer por la noche terminé mi tercera semana de preparación. Semanita de mucho calor -se está haciendo pesado este final de verano: la verdad que esto oler a final de verano no huele; a lo que sí huele es a final de vacaciones. Desde el viernes estoy de vuelta en Almería... ¿en Almería o en Beirut? Resulta que entre el plan-E y otras obras que han planificado los lumbreras del Ayuntamiento este la ciudad está enteramente levantada. En concreto mi barrio ofrece un panorama desolador; lo peor de todo es pensar en el desprecio tan enorme que un Ayuntamiento y una empresa de construcción pueden tener hacia los ciudadanos... Meses con un barrio levantado, sin ninguna señalización, sin ninguna información sobre plazos o sobre resultados de las dichosas obras. Árboles talados -sí, como lo leéis: árboles talados. En una ciudad de clima tan rigurosamente soleado como Almería, uno de los hobbys de estos lumbreras es talar árboles sanos y crecidos... Otro hobby reseñable: dejar que los coches aparquen y transiten por zonas peatonales -como la zona del parque de las Almadrabillas. Sin señales de limitación de velocidad; sin señales de prioridad peatonal... Nada.
Bueno, como imaginaréis, salir del domicilio de uno se ha convertido en un deporte de riesgo. Un poquito de entrenamiento cruzado para complementar mi preparación maratoniana. Volviendo a ese tema, al entrenamiento, la tercera semana ha salido bien: 61 kms en total sin mucho que reseñar excepto el calor. Una sola sesión más rapidita: los 11 kms del martes, a 4'20''. El resto tranquilo y sosegado. Buen rodaje largo ayer: 23 kms a última hora de la tarde que me dejaron KO. Empezando a 31 grados y terminando a 29... Una pasada. Pero bueno, todo esto da mucho que pensar: después de todo, correr fondo, preparar un maratón y estas movidas tienen mucho de sacrificio friki cuasi místico... Todavía faltan 13 semanas de sacrificios frikis y de entrenamientos de esos que ni la familia ni la gente no corredora terminan de entender jamás...
lunes, 31 de agosto de 2009
lunes, 24 de agosto de 2009
Calor y la luna sobre el monte Abantos
Pues nada, ayer terminé mi segunda semana de preparación. La he sobrevivido con cierto garbo; y no hablo de exigencias del entrenamiento sino del calor. Vaya semanita bochornosa; otros años a estas alturas de agosto (al menos en la sierra de Madrid) está haciendo menos calor -este año, por obra y arte del cambio climático y de lo que sea, las fechas huelen a final de vacaciones pero las temperaturas huelen a mes de julio. (Por cierto, no estaría de más un retroceso tipo juego de la oca y volver a las casillas de julio otra vez...)
Bueno, como digo, esto va oliendo a fin de vacaciones: pronto volveré a Almería y a los rodajes por el paseo marítimo y a la humedad sin fin y a la brisa y al poniente y al levante. Todo hay que decirlo: prefiero esa humedad sin fin, ese sudar hasta decir basta, a la sequedad de garganta del verano madrileño. Pero bueno, me estoy yendo del tema, ¿no? Lo que decía es que se acaban las vacaciones; unas vacaciones que se pueden resumir en unas cuantas ideas: Nueva York (gozosos esos más de 90 kms neoyorquinos); calor; incendios forestales; panorama político nacional tremebundo; bombas en Irak, en Palma, en Afganistán; campeonatos de atletismo y la máquina Bolt; familia; Bruce Springsteen; sudokus en menor número que otros veranos; algo de piscina... Poco más, creo.
En cuanto a la semana 2, la que terminé ayer, todo bien, aparte del calorazo: 59 kms en total, seis días de entreno. He seguido disfrutando de los dos días más rápidos: 11 kms a 4'19'' y 10 kms a 4'29''. Primer rodaje realmente largo: ayer domingo, 21 kms que se me hicieron pesados por el calor y, a la vez, llevaderos porque llevaba música (a todo esto, no me acostumbro a correr con música, me da la sensación de que corro 'raro'). Terminé casi de noche, otra prueba más de que esto huele definitivamente a final de vacaciones. Si La Maliciosa me ha acompañado en casi todos mis entrenamientos por aquí, ayer fue el monte Abantos (que, por cierto, se quemó hace 10 años: volvemos al tema incendios forestales) el que me saludó al final de la tirada larga -el monte Abantos con la luna creciente encima. Así llegamos al final de este post que coincide con el principio, que es el título.
Bueno, como digo, esto va oliendo a fin de vacaciones: pronto volveré a Almería y a los rodajes por el paseo marítimo y a la humedad sin fin y a la brisa y al poniente y al levante. Todo hay que decirlo: prefiero esa humedad sin fin, ese sudar hasta decir basta, a la sequedad de garganta del verano madrileño. Pero bueno, me estoy yendo del tema, ¿no? Lo que decía es que se acaban las vacaciones; unas vacaciones que se pueden resumir en unas cuantas ideas: Nueva York (gozosos esos más de 90 kms neoyorquinos); calor; incendios forestales; panorama político nacional tremebundo; bombas en Irak, en Palma, en Afganistán; campeonatos de atletismo y la máquina Bolt; familia; Bruce Springsteen; sudokus en menor número que otros veranos; algo de piscina... Poco más, creo.
En cuanto a la semana 2, la que terminé ayer, todo bien, aparte del calorazo: 59 kms en total, seis días de entreno. He seguido disfrutando de los dos días más rápidos: 11 kms a 4'19'' y 10 kms a 4'29''. Primer rodaje realmente largo: ayer domingo, 21 kms que se me hicieron pesados por el calor y, a la vez, llevaderos porque llevaba música (a todo esto, no me acostumbro a correr con música, me da la sensación de que corro 'raro'). Terminé casi de noche, otra prueba más de que esto huele definitivamente a final de vacaciones. Si La Maliciosa me ha acompañado en casi todos mis entrenamientos por aquí, ayer fue el monte Abantos (que, por cierto, se quemó hace 10 años: volvemos al tema incendios forestales) el que me saludó al final de la tirada larga -el monte Abantos con la luna creciente encima. Así llegamos al final de este post que coincide con el principio, que es el título.
domingo, 16 de agosto de 2009
Huracán Bolt -y yo, medio despegando...
Pues nada, después de ver la emocionante final de los 100 metros, me decido a continuar con mi blog. Por cierto, vaya carrera que ha hecho Bolt. Vaya pedazo de atleta.
Aparte de eso, supongo que tengo que contar mis novedades... ¿Novedades? Pues alguna hay: una semana da para mucho. Esta tarde he terminado mi primera semana de las 16 que me llevarán a Donosti. La primera semana, la de despegue. De hecho en la foto se ve la pista de despegue... Sin duda uno de mis sitios favoritos para correr: tierra, agujas de pino (cómo se disfruta pisando agujas de pino), alguna ardilla valiente, gente haciendo deporte (bici de montaña, algún que otro runner más) y más gente paseando perros. Esta semana se habrán hartado de verme y saludarme (que yo soy de los que suele saludar siempre, qué pesado) -he pasado de los tres o cuatro días de entrenamiento a seis. Es decir, que la peña esta y las ardillas habrán dicho: "pero qué pesao el tío este; ¿es que no tendrá otra cosa que hacer?" Pues la respuesta es que no: de momento sigo de vacaciones. Y qué bien se entrena en vacaciones; aunque haga un calor de la leche y aunque a veces el cuerpo y la mente te intenten boicotear los entrenos con la excusa tonta de las susodichas vacaciones...
Bueno, al lío, que este blog tiene que servir de bitácora de mis entrenos no sólo de colección de mis desfases: básicamente ha sido una semana facilita. Teniendo en cuenta que en mis semanas nomales suelo correr del orden de 52-56 kms y esta he corrido 54, pues se podría decir que ha sido una semana normal. Pues no del todo: la diferencia está en que he corrido esos 54 k en seis días, y no en cuatro. Dos sesiones pachangueras (5 y 6 kms), dos sesiones más exigentes metiendo tempo y ritmo (8 kms cada sesión, un día a 4'17'' y otro a 4'25'') y dos sesiones de kilometraje (11 kms, y hoy, primera tirada más larga, 16 kms). Todo ha salido como previsto y tengo la lógica sensación de que es ahora cuando va a empezar lo bueno: subida, lenta pero segura, de kilómetros semanales.
Lo mejor de la semana: primero, que me he sentido bien los días de "velocidad"; hacía semanas que no corría un poco rápido y los dos días me han dejado con muy buenas sensaciones. Segundo, la imagen de la Maliciosa la tarde del lunes pasado. Después de todo el día nublado, las nubes empezaron a despejarse coincidiendo con mi primer entreno 'oficial'. Teníais que haber visto la luz de la última hora de la tarde dándole a la Maliciosa...
Bueno, de momento nada más: un hurra para Bolt y para el resto, salud y kilómetros...
domingo, 9 de agosto de 2009
Entrando en pista...
Aquí estoy, de vacaciones en la sierra de Madrid. Como las vacaciones son para descansar, me decido a abrirme por fin un blog. Blogs los debe haber de muchas clases: profesionales, educativos, frikis, musicales, deportivos... Me decido por una combinación explosiva: el blog friki-deportivo.
Como las vacaciones son para descansar, me toca mañana lunes 10 de agosto empezar oficialmente el plan de entrenos para el Maratón de Donosti, que se celebrará el próximo domingo 29 de noviembre y que, después de unos cuantos años corriendo más o menos en serio, será mi primer maratón.
La gente que no sabe lo que es un maratón me dice que queda todavía mucho tiempo. La gente que sepáis lo que es un maratón, sabéis que quedan sólo 16 semanas.
16 semanas. Las primeras muy parecidas a mis semanas normales de entreno, las siguientes más complicadas, las peores la semana 13 y adyacentes. En esas y si todo va bien, estaré corriendo unos 80 kilómetros semanales. ¿Qué le vamos a hacer? Después de todo, sarna con gusto... De todos modos, como es mi primer maratón, he optado por un plan asequible y unos objetivos modestos y, de momento, un tanto vagos... Algo así como bajar de 3 horas y media.
16 semanas de seis días de entrenos. De dudas. De ilusión. De esfuerzos. De disfrute. De imprevistos... Pues eso, entrando en pista.
Como las vacaciones son para descansar, me toca mañana lunes 10 de agosto empezar oficialmente el plan de entrenos para el Maratón de Donosti, que se celebrará el próximo domingo 29 de noviembre y que, después de unos cuantos años corriendo más o menos en serio, será mi primer maratón.
La gente que no sabe lo que es un maratón me dice que queda todavía mucho tiempo. La gente que sepáis lo que es un maratón, sabéis que quedan sólo 16 semanas.
16 semanas. Las primeras muy parecidas a mis semanas normales de entreno, las siguientes más complicadas, las peores la semana 13 y adyacentes. En esas y si todo va bien, estaré corriendo unos 80 kilómetros semanales. ¿Qué le vamos a hacer? Después de todo, sarna con gusto... De todos modos, como es mi primer maratón, he optado por un plan asequible y unos objetivos modestos y, de momento, un tanto vagos... Algo así como bajar de 3 horas y media.
16 semanas de seis días de entrenos. De dudas. De ilusión. De esfuerzos. De disfrute. De imprevistos... Pues eso, entrando en pista.
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