El diario de un outsider residente en los arrabales del trimundo

martes, 27 de noviembre de 2012

10 ideas para mejorar como deportista popular

El resumen de la semana pasada: parón, isquios en el taller
Quienes tengáis la paciencia de seguir regularmente este blog (que debéis ser muy pocos, aparte de unas cuantas personas  próximas y un visitante que se conecta asiduamente desde Saint Louis, Missouri) ya sabréis que no tiene pretensiones ni de pontificar ni de adoptar una posición precisamente experta. De todos modos, como la semana pasada estuvo marcada por un semiparón producido por una sobrecarga en la zona de los glúteos e isquios y como no tengo mucho que contar, hoy me he propuesto escribir una entrada de esas de las que sientan cátedra. Y es que, al llevar unos cuantos añitos en esto del deporte popular, creo que algunas ideas puedo ofrecer a los que empezáis o tenéis pensado empezar a hacer algo de actividad física. Al mismo tiempo, como todos, a pesar de llevar años haciendo esto, cometemos errores, me planteo los diez consejos como una especie de checklist semanal que, personalmente, me voy a aplicar para ver si estoy haciendo las cosas bien. Sin más dilación, aquí van esas diez ideas que pueden ayudarnos a arrancar, a mejorar o a detectar el por qué no somos capaces de progresar.
1. Descanso, descanso, descanso.  Esto lo pongo en primer lugar porque es esencial. Entrenamos corriendo, nadando, en la carretera, en el gimnasio, donde sea; pero la clave de la mejora está en el descanso. Y no sólo me refiero a tener unas horas de práctica deportiva y un nivel de exigencia compensado por días o períodos de descanso: me refiero también a algo tan imprescindible como tener un horario de sueño regular y adecuado a tu práctica deportiva. Menos de 7 horas de sueño al día incidirán negativamente en tus resultados y en tu estado de ánimo. Ah, y aunque sea una obviedad: a veces nos olvidamos de que, a más horas semanales de entrenamiento, más horas de descanso y de sueño necesitaremos para asimilarlo.
2. Nútrete: come sano y en cantidad suficiente. Aprende y lee sobre nutrición y alimentación natural. Lee las etiquetas. Evita las grasas hidrogenadas, la comida procesada y la bollería industrial.Si estás en el deporte para adelgazar, consulta con un nutricionista. Intenta combinar de manera adecuada hidratos, proteínas y grasas sanas en todas las comidas que hagas al día (que deberán ser al menos cinco). Hidrátate fundamentalmente a través de agua, zumos naturales, infusiones como el rooibos o el té verde. Modera el consumo de alcohol.
3. No te tomes demasiado en serio a ti mismo, no eres un profesional.No tomes demasiado en serio a tu deporte, es sólo un hobby. Sin comentarios.
4. Aprovecha la actividad física para hacer cambios importantes en tu estilo de vida. Está siempre dispuesto a aprender. Lee, escucha a otros, disfruta de todo lo que aprendes. Disfruta de tus entrenamientos. Piensa que si de verdad estás interesado en seguir con la actividad física, puedes llevar a cabo importantes cambios en tu estilo de vida que repercutirán de manera positiva en tu salud y en tu entorno. Camina más, abandona el coche, usa la bicicleta para moverte por la ciudad. Sé un deportista concienciado y mima el medio ambiente y a la Tierra. Sin un medio ambiente sano, no habrá oxígeno para la actividad física.Amplía tus horizontes: no realices un solo deporte. Hazte amigo del entrenamiento cruzado.
5. No te aisles, comparte tu vida deportiva con otros deportistas, pero no te juntes sólo con deportistas. No te compares con nadie más: tú eres tú y nadie más que tú -nadie es mejor que nadie. Las redes sociales, los clubes, los grupos de amistades deportivas constituyen una excelente ayuda para motivarse y para mejorar. Aprovecha esa oportunidad para estar en contacto con gente que puede enseñarte cosas, para compartir entrenamientos e información. Eso sí, no te compares con nadie -no merece la pena. Cada uno es como es y quien es. Bastante hacemos con lo que hacemos, así que evita los peligros de comparar tiempos, horas de entreno semanal, kilometrajes y demás. Además, evita relacionarte sólo con deportistas; dale variedad a tus círculos sociales.
6. Adquiere el material apropiado, en la medida justa y siempre que sea necesario. Para hacer deporte no necesitamos gastarnos un montón de dinero. Compra siempre lo imprescindible. Unas buenas zapatillas de correr es, por ejemplo, lo único realmente imprescindible para correr (a no ser que seas un barefoot runner, en cuyo caso no necesitarás absolutamente nada para tu actividad física). Infórmate. A menudo se piensa que por llevar la bicicleta más cara del mundo se harán mejores tiempos -recuerda, el mejor material para mejorar en esto son tus músculos, y esos ya los tienes. Antes de comprar unas ruedas de perfil, un pulsómetro con GPS, unas zapatillas nuevas, infórmate (en internet, a través de amigos, en tiendas especializadas): no gastes más de lo necesario -a no ser, claro está, que te sobre el dinero, en cuyo caso no creo que estés leyendo ahora mismo esto, sino gastándolo por ahí.
7. Proponte un objetivo. Sin objetivos a corto y largo plazo no hay mejora ni progreso ni te engancharás a la actividad física. Proponte un objetivo razonable y asumible con el tiempo necesario para prepararlo y no lo dudes. Cualquiera puede hacerlo: hacer deporte no es de superhombres. Llegar a los Juegos Olímpicos y ganar medallas sí;  correr una media maratón, un maratón o hacer triatlones está al alcance de todos. Si quieres puedes: sólo necesitas elegir bien el objetivo y, desde ahí, actuar -inscríbete en el evento-objetivo y busca un plan para entrenar para él. Desde una carrera de 5 kms a un ironman, tú puedes. Lógicamente, todo dentro de la lógica -respeta tus etapas, quémalas y progresa adecuadamente.
8. Compite. Las competiciones son grandes momentos en que compartirás la práctica deportiva con decenas, cientos o millares de iguales. Además de ser ritos urbanos del mundo moderno con un extraordinario ambiente y un feeling inolvidable, serán la prueba de que vas progresando y de que las cosas funcionan (o de todo lo contrario). Además, puedes considerar las competiciones como entrenamientos de calidad que, salteados a lo largo de la temporada, te irán ayudando a mejorar y a mantener la forma.
9. Sé regular y vence a la pereza y al aburrimiento. No nos engañemos: el cuerpo es agradecido si lo mimas, si lo cuidas y si lo ejercitas con regularidad. En cuanto dejes de mimarlo, cuidarlo o de ejercitarlo, se vuelve muy desagradecido. Para que la actividad física tenga efectos en tu cuerpo, en tu salud y en tu estado de ánimo, necesitas, al menos, de tres sesiones semanales.Avanza poco a poco hacia el entrenamiento cruzado, incluyendo sesiones adicionales de otros deportes (senderismo, gimnasio, natación, bicicleta de montaña, montañismo... ) y, sobre todo, no hagas siempre lo mismo: para progresar en el deporte es imprescindible someter al cuerpo a estímulos variados y que lo tomen por sopresa. Corre, nada o rueda lento un día, juega con la velocidad otro (mira la palabra fartlek en la Wikipedia), haz series, varía itinerarios y distancias. No te aburras tú ni dejes que se aburra tu cuerpo.
10. Mantén la cabeza sana. Anima sana in corpore sano.Sé optimista y contempla el vaso siempre medio lleno. Disfruta del camino y del proceso, no sólo de tus objetivos. Sin comentarios, se explica por sí solo. ¿O no?
Pues esas eran las 10 ideas. Agradecería un poco de feedback. Espero que algo os ayude u os inspire. En la próxima entrada abandono el tono moralizante y volveré a mis derroteros intimistas. Prometido.

martes, 20 de noviembre de 2012

Cogiendo ritmo, entrenos y food for thought

Noviembre. El placer de rodar en bici
Noviembre vuela. Hace ya dos semanas que comencé la pretemporada y ahí voy, dándole un poquito a las piernas, intentándole darle todo lo que puedo a los brazos y pensando, dándole a la lavadora, todo lo que puedo y más. Semanas de poco volumen: sesiones frecuentes con ciertos toques de chispa e intensidad. Toca mucha técnica en el agua y series de 25 y 50. Toca ir recuperando el placer de montar en bici (la salida del domingo pasado, hasta las Salinas de Cabo de Gata, fue un ejemplo de ese placer: parece mentira la pereza que, a veces, da coger la bici, y lo reconfortante que suele ser para piernas y sentidos una vez que uno está ya por ahí dándole a los pedales). Toca técnica de carrera a pie y series de 200 y 300. Toca volver a los entrenamientos de fuerza, autocarga de momento. Toca sentirse cansado -ese cansancio sano que dice que el cuerpo está reaccionando a lo que le estás metiendo.
Para celebrar esta vuelta a la movida de entrenamientos, a las cábalas para conseguir que los horarios cuadren intentando no saltarme nada de la planificación semanal, el sábado realizaré el cross de El Alquián, una carrera de 8k por tierra, pista y arena que transcurre por la playa de El Perdigal, cerca de Almería capital. Nunca he hecho un cross, así que esta semana toca hacer algo por primera vez.
Y es que, en todas la vueltas que le doy a la cabeza cuando entreno y cuando analizo lo que hago, esas vueltas que a veces dan pensamientos críticos unas veces, pensamientos negativos otras y, cómo no, pensamientos energizantes y positivos otras muchas, uno de los temas recurrentes que dejan verdadero poso en mi maleta tri es el placer que me da hacer cosas por primera vez. Es un poco como si este viaje por el territorio del triatlón me mereciera la pena, entre otras cosas, por esa sensación de estrenar experiencias, de hacer cosas por primera vez, de, en definitiva, aprender. Como la entrada anterior quedó un poco escéptica y pesimista, esta la terminaré con más cosas, cosecha de mis reflexiones, por las que merece la pena esta travesía de fondo. Así, aparte de por reconquistar esa sensación de continuo aprendizaje que es como reconquistar una infancia perdida, el triatlón me está mereciendo la pena por darme una visión distinta del mundo, de mí mismo, del cuerpo y de la vida -por todo ese aprendizaje que mencionaba antes, sé más desde que hago triatlón; soy un tío diferente, cuido lo que como, cuido lo que hago, soy una persona más saludable; además, creo que el triatlón aporta también una templanza y fortaleza psicológicas que se pueden transferir a otras instancias de la vida. ¿Más cosas por lo que esto me está mereciendo la pena? Sin duda por la gente que voy encontrándome en el camino -sin duda, entre la gente tri hay de todo, como en botica, pero a lo largo de tanto entreno, de tanta competición, de tantas experiencias nuevas, de tantas redes sociales, he tenido la suerte de dar con gente (ya sabéis quiénes sois) que enseñándome cosas y actitudes estáis haciendo el camino este de lo más entretenido y provechoso. Así que hoy va por ustedes.

martes, 13 de noviembre de 2012

Yo y el triatlón: perdiendo la inocencia y ¿la motivación?

Cuesta remontar
No me gusta esta época del año -estos días cada vez más cortos me  motivan muy poco para hacer deporte. Entiendo perfectamente a todos esos animales que hibernan y no vuelven a salir de la madriguera hasta la primavera. En esas estamos: tras mi descanso y mi ralentizada vuelta a los entrenos me encuentro con muy pocas ganas de hacer nada. Luego entro en faena y disfruto, pero arrancar me cuesta lo indecible  En esas estamos: arrancando la pretemporada sin acabar de creérmelo, con una semana ya importante de entrenos entre las manos y con sensación de que nada de esto va conmigo. Se me pasan por la cabeza todo tipo de pensamientos poco edificantes, más amigos de la manta y del sofá que de pulsómetro, zapas o GPS. Cómo será la cosa que ni tan siquiera he puesto una entrada aquí para comentar que estoy inscrito en Elche-Arenales 2013. Cómo será la cosa que llevo un montón de tiempo sin actualizar mis entrenos en Movescount. Pequeño o gran bache de motivación que me ha dado mucho que pensar. Porque, de alguna manera, todo esto coincide con una especie de pérdida de la inocencia en cuanto a mi relación con el triatlón -miro a mi alrededor y veo, como otras veces, cosas que no me gustan. Sí, pero esta vez es como si las cosas más negativas estuvieran ocultándome del todo el bonito paisaje de lo que me motiva de este deporte. Así, al haber escarbado un poco más esta temporada pasada, al haber conocido un poquito más de este mundo, ahora se empeñan en salir todas las cosas que no me gustan: negocio y negocio, el gran negocio en que se ha convertido el triatlón y del que todo el mundo intenta sacar algo estos días; actitudes que no me acaban de gustar (ya sabéis, la tan traída y llevada reacción pro y pseudopro contra la popularización del triatlón); gastos innecesarios, ostentación por todos lados; niveles de exigencia y autoexigencia que provocan estrés y cosas peores. En fin, es como si en los últimos diez días sólo viera las cosas más feas del triatlón -como si se me abrieran ventanas no deseadas en el prograrma advirtiéndome continuamente: NO ES DEPORTE PARA DÉBILES, NO ES DEPORTE PARA POBRES... Perdonen ustedes todo este palabrerío; perdonen que estos días tan grises y húmedos me estén llevando por donde no debiera ir. Lo mejor de todo es que ahora voy a salir a correr y, por supuesto, que yo ya tengo más que asumido que no soy yo de encajar en estereotipos o perfiles típicos. Eso ya lo sabía cuando me embarqué en esta película. Probablemente las cosas sean más simples de lo que yo las pinto. Es más: estoy casi seguro de que, con una tirada progresiva chula, se me quitarán las tonterías.Así, arrancando, nos quedamos hoy.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Rumbo a la temporada 2013 -"no te pienses sin sangre"

Reiniciando
Pues ya estamos aquí: después de la ceremonia de dos semanas de descanso prescriptivo (en la segunda el descanso se saldó con 4000m de natación y 7 kms de carrera, que no podía aguantar tanta inactividad), esta semana vuelvo suavemente y sin grandes estridencias a entrenar. Abierta la pretemporada, no tengo todavía nada concretado para 2013 -me gustaría cerrar 2012 con la San Silvestre de Getafe y tomármela como un test de carrera y un entreno de super calidad de cara a la Media de Almería. Por lo demás, empiezo a vislumbrar realizar 2 o 3 triatlones MD como objetivo principal para la próxima temporada. Asentando. Mejorando en la medida de lo posible en el agua y sobre la bici. Siendo realista. Chino chano. Siendo positivo y, sobre todo, disfrutando. Para celebrar la vuelta y el reinicio, doy un salto mortal: en vez de recurrir a alguna canción o algún vídeo deportivo de esos que hay por ahí a decenas, os dejo una poesía que, al menos a mí, me motiva mucho. El gran Mario Benedetti -como si nos aconsejara que esto hay que tomárselo con pasión. Sin pasión, sin ganas, sin derrochar júbilo, el triatlón, el deporte, no tendría ningún sentido. Como la vida misma.

No te salves (Mario Benedetti)
No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si

pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino

y te salvas

entonces
no te quedes conmigo.


A por 2013. No te pienses sin sangre!