El resumen de la semana pasada: parón, isquios en el taller |
1. Descanso, descanso, descanso. Esto lo pongo en primer lugar porque es esencial. Entrenamos corriendo, nadando, en la carretera, en el gimnasio, donde sea; pero la clave de la mejora está en el descanso. Y no sólo me refiero a tener unas horas de práctica deportiva y un nivel de exigencia compensado por días o períodos de descanso: me refiero también a algo tan imprescindible como tener un horario de sueño regular y adecuado a tu práctica deportiva. Menos de 7 horas de sueño al día incidirán negativamente en tus resultados y en tu estado de ánimo. Ah, y aunque sea una obviedad: a veces nos olvidamos de que, a más horas semanales de entrenamiento, más horas de descanso y de sueño necesitaremos para asimilarlo.
2. Nútrete: come sano y en cantidad suficiente. Aprende y lee sobre nutrición y alimentación natural. Lee las etiquetas. Evita las grasas hidrogenadas, la comida procesada y la bollería industrial.Si estás en el deporte para adelgazar, consulta con un nutricionista. Intenta combinar de manera adecuada hidratos, proteínas y grasas sanas en todas las comidas que hagas al día (que deberán ser al menos cinco). Hidrátate fundamentalmente a través de agua, zumos naturales, infusiones como el rooibos o el té verde. Modera el consumo de alcohol.
3. No te tomes demasiado en serio a ti mismo, no eres un profesional.No tomes demasiado en serio a tu deporte, es sólo un hobby. Sin comentarios.
4. Aprovecha la actividad física para hacer cambios importantes en tu estilo de vida. Está siempre dispuesto a aprender. Lee, escucha a otros, disfruta de todo lo que aprendes. Disfruta de tus entrenamientos. Piensa que si de verdad estás interesado en seguir con la actividad física, puedes llevar a cabo importantes cambios en tu estilo de vida que repercutirán de manera positiva en tu salud y en tu entorno. Camina más, abandona el coche, usa la bicicleta para moverte por la ciudad. Sé un deportista concienciado y mima el medio ambiente y a la Tierra. Sin un medio ambiente sano, no habrá oxígeno para la actividad física.Amplía tus horizontes: no realices un solo deporte. Hazte amigo del entrenamiento cruzado.
5. No te aisles, comparte tu vida deportiva con otros deportistas, pero no te juntes sólo con deportistas. No te compares con nadie más: tú eres tú y nadie más que tú -nadie es mejor que nadie. Las redes sociales, los clubes, los grupos de amistades deportivas constituyen una excelente ayuda para motivarse y para mejorar. Aprovecha esa oportunidad para estar en contacto con gente que puede enseñarte cosas, para compartir entrenamientos e información. Eso sí, no te compares con nadie -no merece la pena. Cada uno es como es y quien es. Bastante hacemos con lo que hacemos, así que evita los peligros de comparar tiempos, horas de entreno semanal, kilometrajes y demás. Además, evita relacionarte sólo con deportistas; dale variedad a tus círculos sociales.
6. Adquiere el material apropiado, en la medida justa y siempre que sea necesario. Para hacer deporte no necesitamos gastarnos un montón de dinero. Compra siempre lo imprescindible. Unas buenas zapatillas de correr es, por ejemplo, lo único realmente imprescindible para correr (a no ser que seas un barefoot runner, en cuyo caso no necesitarás absolutamente nada para tu actividad física). Infórmate. A menudo se piensa que por llevar la bicicleta más cara del mundo se harán mejores tiempos -recuerda, el mejor material para mejorar en esto son tus músculos, y esos ya los tienes. Antes de comprar unas ruedas de perfil, un pulsómetro con GPS, unas zapatillas nuevas, infórmate (en internet, a través de amigos, en tiendas especializadas): no gastes más de lo necesario -a no ser, claro está, que te sobre el dinero, en cuyo caso no creo que estés leyendo ahora mismo esto, sino gastándolo por ahí.
7. Proponte un objetivo. Sin objetivos a corto y largo plazo no hay mejora ni progreso ni te engancharás a la actividad física. Proponte un objetivo razonable y asumible con el tiempo necesario para prepararlo y no lo dudes. Cualquiera puede hacerlo: hacer deporte no es de superhombres. Llegar a los Juegos Olímpicos y ganar medallas sí; correr una media maratón, un maratón o hacer triatlones está al alcance de todos. Si quieres puedes: sólo necesitas elegir bien el objetivo y, desde ahí, actuar -inscríbete en el evento-objetivo y busca un plan para entrenar para él. Desde una carrera de 5 kms a un ironman, tú puedes. Lógicamente, todo dentro de la lógica -respeta tus etapas, quémalas y progresa adecuadamente.
8. Compite. Las competiciones son grandes momentos en que compartirás la práctica deportiva con decenas, cientos o millares de iguales. Además de ser ritos urbanos del mundo moderno con un extraordinario ambiente y un feeling inolvidable, serán la prueba de que vas progresando y de que las cosas funcionan (o de todo lo contrario). Además, puedes considerar las competiciones como entrenamientos de calidad que, salteados a lo largo de la temporada, te irán ayudando a mejorar y a mantener la forma.
9. Sé regular y vence a la pereza y al aburrimiento. No nos engañemos: el cuerpo es agradecido si lo mimas, si lo cuidas y si lo ejercitas con regularidad. En cuanto dejes de mimarlo, cuidarlo o de ejercitarlo, se vuelve muy desagradecido. Para que la actividad física tenga efectos en tu cuerpo, en tu salud y en tu estado de ánimo, necesitas, al menos, de tres sesiones semanales.Avanza poco a poco hacia el entrenamiento cruzado, incluyendo sesiones adicionales de otros deportes (senderismo, gimnasio, natación, bicicleta de montaña, montañismo... ) y, sobre todo, no hagas siempre lo mismo: para progresar en el deporte es imprescindible someter al cuerpo a estímulos variados y que lo tomen por sopresa. Corre, nada o rueda lento un día, juega con la velocidad otro (mira la palabra fartlek en la Wikipedia), haz series, varía itinerarios y distancias. No te aburras tú ni dejes que se aburra tu cuerpo.
10. Mantén la cabeza sana. Anima sana in corpore sano.Sé optimista y contempla el vaso siempre medio lleno. Disfruta del camino y del proceso, no sólo de tus objetivos. Sin comentarios, se explica por sí solo. ¿O no?
Pues esas eran las 10 ideas. Agradecería un poco de feedback. Espero que algo os ayude u os inspire. En la próxima entrada abandono el tono moralizante y volveré a mis derroteros intimistas. Prometido.