El diario de un outsider residente en los arrabales del trimundo

miércoles, 15 de mayo de 2013

Nos vamos al Bilbao Triathlon: un decálogo, cuenta atrás y previo

Bilbao. Vamos, que nos vamos
Más de dos semanas sin pasar por aquí. Dos semanas sin pasar por mi deporconfesionario y sin contaros, a quienes sea que leéis esto, mis entrenos y mis desvaríos trireflexivos. Seguro que habrá quien haya pensado que he tirado la toalla: nada más lejos de la realidad. La verdad es que, desde que tuve mi encontronazo frente a mí mismo y el trimundo y mi cabeza en Elche, las cosas se han calmado bastante. He seguido aprendiendo y analizando lo que veo en mí y a mi alrededor y, sobre todo, clarificando mi enfoque en cuanto a la práctica deportiva. Aquí van algunas de las cuestiones aprendidas, así en plan caleidoscopio de máximas, para quien tenga curiosidad. Creo que ya hablé de todo esto tras recuperarme del revolcón de Elche, pero me repito (espero que no demasiado) porque realmente, por tonto que os parezca todo este decálogo, estas revelaciones de perogrullo me han hecho crecer:

UNO -en el deporte, tú eres tú y tus circunstancias personales y vitales
DOS -cuando la cabeza no va, lo demás va aun menos
TRES -a quien debes rendir cuentas en esto es a ti mismo -compárate sólo contigo mismo
CUATRO -no te dejes deslumbrar por conocidos y redes sociales
CINCO -no te olvides de que todo esto es un pasatiempo que te tiene que ayudar a aguantar las cosas feas de la vida -no olvides el placer de la práctica deportiva
SEIS -no te olvides de que actividad física es algo más que entrenar -cómo concibes la vida diaria (tu alimentación, tus desplazamientos, tu ocio, tu trabajo, tus relaciones) dice mucho de tu práctica deportiva
SIETE -si pierdes la motivación, intenta hacer cosas por primera vez: el deporte es una continua fuente de primeras veces
OCHO -pasa del negocio y de las corrientes imperantes, sé tú mismo; no te dejes deslumbrar por el material -eres tú y tu cuerpo: confía en los dos
NUEVE -no te creas al 100 por 100 las frasecillas de motivación que circulan por ahí; tampoco te creas al 100 por 100 a los gurús y pseudogurús deportivos -aquí casi todo el mundo defiende algo por interés económico
DIEZ -respeta tus ritmos y tus etapas -descansa, escucha a tu cuerpo, no te saltes ninguna fase

El caso es que estas últimas semanas (mientras conocidos más o menos cercanos completaban retos de escándalo como los 101 de Ronda, el TriIberman MD, el IronCat y diversas carreras populares, que para gustos colores) he seguido entrenando de manera más tranquila. Gracias a los consejos del amigo Iker (os recomiendo su blog Correr no es de cobardes si aún no lo conocéis, y os dejo una frase suya, muy sencilla, pero que realmente me ha cambiado el chip en mi acercamiento al entreno -los entrenos se adaptan a la vida y no la vida a los entrenos); gracias a Iker, digo,  he completado algunas de las mejores semanas de entrenamiento de este año, llenas, tal como a mí me gusta, de primeras veces: ahí está mi primer 100 en piscina a 1'48'', o mi salida más larga en bici hasta ahora (107 kms), o mi media más alta en un entreno largo de bici (30,3 km/h). Han sido semanas complejas, con la cabeza laboralmente muy confusa y muy aturdida (el lunes decidí que este curso está siendo mi annus horribilis laboralis) y llena de comeduras de tarro y de intranquilidades (la enfermedad de mi madre, permanentemente en un rincón de la cabeza, parpadeando) -sin embargo, creo que he disfrutado de los entrenos bastante y, lo que es mejor, me han servido para olvidarme de lo que no es de color rosa. De alguna manera, algunos de esos ratos entrenando me han servido para realizar esa sutura tan difícil entre lo que pasa y lo que debería pasar; entre la realidad y el deseo.Así, casi sin darme cuenta, me he plantado en la semana del Bilbao Triathlon, el que (si no hay gatillazo de última hora) será mi decimotercer tri y el primer MD de esta temporada. Supongo que, en semanas así, lo mejor que se puede hacer es dejarse caer sin muchas estridencias -poner el piloto automático e ignorar las mariposas en el estómago. Confiar en la preparación que se ha realizado (ya sabéis, los deberes hechos) y sobre todo, centrarse en dos pensamientos de perogrullo: primero, que lo que tenga que pasar pasará y, segundo, que esto se hace por gusto, ni más ni menos. Previsiones meteorológicas complicadas y un viaje complejo desde Almería a Bilbo: dependiendo de con qué gafas se miren las cosas, las dificultades y engorros se pueden contemplar como nuevas fuentes de primeras veces, nuevas oportunidades para crecer en esto. Mi primer viaje en avión facturando a mi Trek. Posiblemente mi primer triatlón con condiciones meteorológicas un poco complicadas. Vamos.

2 comentarios:

  1. Mucha suerte en bilbo y me gusta la forma de enfocar las dificultades como primeras veces de algo, intentare aplicarlo.

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